Un volcán dormido en el corazon de Africa

jueves, 15 de enero de 2004

Gruñidos


Este año el premio de la Paz de la Feria del Libro de Frankfurt ha recaído en Susan Sontag, el año pasado fue para Chinua Achebe.
El autor de Todo se desmorona (Things fall apart) fue tal vez el primero en traducir en inglés el alma de su pueblo. Y lo tuvo que hacer con no cierto dolor en respuesta a tantas obras en las que los extranjeros escribieron sobre Africa de esa manera, unas veces grotesca e insultante, otras veces simplemente desatinada.
En su discurso, aprovechó de nuevo para subrayar que Africa no aceptará ya que se le ponga voz, que se la maltrate, ni se la insulte desde fuera. Copio algunas frases:

"El África sobre la que escribo no está habitada por gente sin voz. Crecí escuchando en mi comunidad un lenguaje que a veces era maravilloso, y siempre eficiente. Nunca escuché los gruñidos y los bramidos que se supone que los salvajes usan como lenguaje. Así que escribí lo que escuchaba".
"Al ir creciendo, me di cuenta de que tenía que explicar a los salvajes que me encontraba en las novelas europeas sobre África, de autores como Ryder Haggard y Joseph Conrad. ¿Eran esos personajes extraños (feos, apenas reconocibles como seres humanos) representativos de la gente de mi aldea, de la gente que yo conocía? La respuesta tenía que ser no".
"En las últimas líneas de Todo se desmorona, el jefe del distrito, que es blanco, acaba de ver el cuerpo de Okonkwo colgando de un árbol, y piensa en el párrafo que le dedicará a este salvaje en el libro que planea escribir. No tiene ni idea de que África se ha adueñado del escenario y ha asumido el derecho de contar la historia de Okonkwo, y que al actuar así, ha relegado al propio jefe de distrito a un pie de página".

Del dolor, nació una de las mejores obras del mundo. No solo por su valor narrativo, sino por la valentía del autor. Porque ya nunca más a partir de él se volverá a hablar sobre Africa sin leerle primero.

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