Un volcán dormido en el corazon de Africa

martes, 25 de abril de 2006

Un año después


Ya ha pasado un año desde que publiqué el ultimo post de Manengumba (este de aquí abajo). Aquel post la verdad no pretendía ser el ultimo, nunca lo planifiqué así, pero ahora después de un año (que en Internet es así como la eternidad) ya este blog se puede considerar muerto, así que a modo de panegírico le escribo unas líneas improvisadas.

Manengumba comenzó en mi cabeza en el momento en que me dí cuenta que no sólo vivía en un lugar inhóspito, sino que me estaba convirtiendo en una persona alejada, en un nómada, en un marginado del mundo, de un mundo que quedaba muy lejos de mi cotidianeidad, al cual accedía tan sólo a través de la antena parabólica que conseguí instalar sobre el tejado de mi casa de Douala.

Manengumba fue mi manera de ir saliendo progresivamente, post a post, del aislamiento al que me había sometido por voluntad propia, llevado por ideales humanitarios tal vez, por mi propio ideal de conocer el mundo mas allá de la pizzeria de la esquina, de la liga de mus de la facultad y de la biblioteca donde pasaba estudiando los exámenes universitarios.

Así fue cómo buscando la autenticidad, buscando la vida, abandoné este mundo de los desarrollados, el de la comida rápida, el del time-is-money y del usar-y-tirar y me sumergí en aquel otro mundo, donde uno por fin se llega a sentir vivo, pero tremendamente marginado. Y donde a uno se le despierta la necesidad de comunicar, de gritar.

Manengumba es la montaña a la que tuve que encaramarme para poder contemplar desde lo alto, desde una perspectiva que me permitiera comprender qué carajo estaba haciendo peleando cada día por la vida en ese maravilloso lugar del mundo llamado Camerun, así durante casi seis años.

Manengumba me valió para comprenderme y también me valió también para explicar a los de este mundo desarrollado qué carajo hice allí, porque ya no soportaba que me siguieran haciendo las preguntas típicas de "y allí que se come?".

En 2004 regresé a España donde vivo actualmente, pero aun en Madrid yo seguía en Manengumba, contemplando desde arriba para poder comprender mejor, para tener un momento de resumen, para sacar alguna conclusión.

Tal vez la conclusión ya la saqué, tal vez está aun por descubrir. Gracias a los que me leyeron, gracias a los que comentaron, mis conocimientos de html no me dieron como para hacer que esos comentarios se quedaran, me da mucha pena verlos borrados (haloscan se los comió).

Creo que este blog ya ha terminado, ni siquiera renové la suscripción a manengumba.com como bien me recuerda el bueno de Alex, pero de verdad creo que la vida de este blog llegó a su fin y bueno, sigo vivo pero de aeropuerto en aeropuerto y de vez en cuando de nuevo en Madrid y cuando doy con un cybercafe y coincide que tengo algo que contar lo hago en Apuntes a Vuelapluma.

Un abrazo.