Un volcán dormido en el corazon de Africa

martes, 26 de abril de 2005

Hoy te envío un poema de KWENASSE D. Merlin. Es un joven muy comprometido con la vida y el desarrollo del Africa y del mundo. Es estudiante en la Escuela de Obra Civil, donde se forma para ser ingeniero. En sus horas libres escribe poemas y hace karate. Ha sido varias veces campeón de karate. Sueña, como yo, con un mundo mejor. Hemos trabajado juntos todo el año y le encanta el proyecto de Manengumba. He aquí su primer poema de una serie de veinte que me ha dado. JD TAGNE

ESPOIR D'UNE VIE / ESPOIR D'UN AMOUR

Une étoile filante m'est tombé du ciel
Et je l'ai prise sous mon aile
Elle m'a illuminé de sa splendeur divine
Qui me rapelle sa chaleur intime

Elle était pure comme le plus sublime diamant
Je voulais en faire un saphir éblouissant
Mais je l'ai mal taillé
Et elle s'est brisée

D'amour une famme brûlait dans mon coeur
Elle était pour moi tout mon bonheur
Mais j'y ai versé mes complaintes
Et elle s'est etteinte.

De mon diamant et de ma lumière
J'ai tout perdu dans le creux de ma bannière
Je l'ai cherché dans mes pensées, tout est perdu
Et dans le creux liminaire de l'amour, je suis fondu

S'il est vrai que Dieu est au ciel
Alors qu'il nous unisse avec sa colle de miel
S'il est vrai que la terre tourne sur elle même
Qu'elle tourne et me ramène celle que j'aime.

KWENASSE D. MERLIN

domingo, 6 de marzo de 2005

La Mujer Africana


Por Noumsi Fotso, desde Yaunde
Mon cher Juan, un article pour Manengumba. Je te parlais dernièrement de deux amis qui sont intéressé par notre travail, ils ont voulu collaborer par des poèmes. J'ai reçu une série de poèmes que je vais t'envoyer progressivement. Celui d'aujourd'hui est de NOUMSI FOTSO, une jeune fille Bandjoun, étudiante en Faculté de Biologie animale à l'université de Yaoundé I. Elle prend à coeur les problèmes de la femme africaine.

Querido Juan, un artículo para Manengumba. Últimamente te hablé que dos amigos se interesaron por nuestro trabajo, ellos han querido colaborar con sus poemas. He recibido una serie de poemas que te voy a enviar progresivamente. El de hoy es de NOUMSI FOTSO, una joven de Bandjoun, estudiante de la Facultad de Biología animal en la Universidad de Yaunde I. Ella lleva muy dentro los problemas de la mujer africana.

Oh femme africaine
Femme à la peau d’ébène
Femme vêtue de pagne et de foulard dorés
Toi qui était si belle hier !
Si belle et si respectée quand tu étais vêtue à
l’africaine !
Qu’est tu devenue ? Femme à la peau noire !
Je ne te reconnais plus !
Les pagnes que tu mettais ont disparu en se
transformant en de petites jupes qui laissent tes
jambes nues.
Ton foulard s’est transformé en de coiffures
occidentales.
Regarde ! Regarde ! Regarde !
Ta nudité est à la portée de tous.
Je ne te connais plus.
Ta peau d’ébène
Cette peau si belle
Cette peau qui me permet de savoir que tu es ma fille,
marque la différence et fait la joie africaine.
Femme, cette peau a également disparu.
Je ne te connais plus
J’ai du mal à te distinguer dans cette foule allant à
la mondialisation
Tu es devenue une marionnette à l’occidentale
Tu as tué toutes ces valeurs culturelles qui me
permettaient de te reconnaître.
Oh valeurs africaines
Oh valeurs qui faisaient ma joie et mon bonheur.
Je t’appréciais, femme africaine.

Oh mujer africana
mujer de la piel de ébano
mujer vestida de paño y puñuelo dorados
¡tú que eras tan bella ayer!
¡Tan bella y tan respetada cuando estabas vestida
a la africana!
¿En qué te has convertido? ¡Mujer de piel negra!
Ya no te reconozco
Los paños que llevabas han desaparecido
transformándose en pequeñas faldas que dejan
las piernas desnudas.
Tu pañuelo se convirtió en peinados
occidentales.
¡Mira! ¡Mira! ¡Mira!
Tu desnudez disponible para todos.
Ya no te conozco.
Tu piel de ébano
Esa piel tan bella
Esa piel que permite saber que tú eres mi hija,
marca la diferencia y hace la alegría africana.
Mujer, esa piel también ha desaparecido.
Ya no te conozco
Apenas te distingo entre esa muchedumbre que va a
la mundialización.
Te has convertido en una marioneta a la occidental
Has matado los valores culturales que me
permitían reconocerte.
Oh valores africanos
Oh valores que hacían mi gozo y mi alegría
Yo te apreciaba, mujer africana.

lunes, 21 de febrero de 2005

Madame Brouette


Aunque puedo presumir de conocer a una diseñadora de vestuario de cine y teatro senegalesa, hasta ahora nunca había visto una película de la naciente industria cinematográfica de este país del oeste de Africa.

Madame Brouette se estrena en España y es una delicia. Madame Brouette (Señora Carretilla) es una película sobre la mujer: la mujer que trabaja, la mujer que se enamora, la mujer víctima del machismo social, la mujer que es madre, la mujer capaz de trazar su futuro por sí misma, la mujer que ríe y que canta, la mujer que lucha por su libertad.

También la película se concentra en la figura del hombre, que aparece aquí como el opresor, el martillo que golpea al yunque, dentro de un juego de poderes. El hombre dice ser de la cintura para abajo, musulmán, para tener muchas mujeres y de la cintura para arriba, cristiano, para beber vino y comer cerdo. Así de dividido, así de perdidos se encuentran los hombres que han sido colonizados, golpeados por los martillos de la economía y de las religiones.

El director, Moussa Sene Absa es también todo un descubrimiento. Un director que maneja los colores como si creara óleos en cada escena y que compone las letras de las canciones de su película, es sin duda un genio al que no se le puede perder de vista.

La película se presenta en bandeja de plata, la del coro que va acompañando la historia, los griots que la narran, como si fuera un cuento, como se narran los cuentos en Africa. Y la guinda es la música del diabaté, Mamadou.

No es una película "para africanos", ni gustará a los buscadores de exoticidad, es una película africana que trata sobre la mujer, la de allí, la de aquí, la de más allá. La mujer de este siglo que sigue luchando por la libertad.

sábado, 5 de febrero de 2005

Poligamia y hecho cultural


Por Jean de Dieu Tagne, desde Camerún
He leído con mucho interés los artículos sobre la poligamia. Quería precisar que en el país bamileke, la forma de poligamia practicada es estrictamente la poliginia (el matrimonio de un hombre con dos o más mujeres). Esta poligamia es un hecho cultural; siendo la cultura el conjunto de los temas, instituciones y modelos de un pueblo. En este sentido, el hecho cultural es una respuesta de un pueblo a una situación dada. Mientras que la respuesta, o si se prefiere la terapia, satisfaga el problema de la sociedad, ésta se aplica; si ocurre que deja de satisfacer, entonces debe necesariamente ser cambiada; no por decreto sino por necesidad.
La poligamia en Africa es un hecho cultural que conviene estudiar y comprender. Me parece imprudente juzgar, peor condenar una cultura de fuera y querer remplazarla por otra, la nuestra. ¿No ven en esto imperialismo cultural, que es uno de los peores males y una de las grandes pobrezas de nuestro siglo? La diversidad cultural, lejos de ser fuente de división, debería ser factor de riqueza. El mundo "civilizado" ha sabido domar el espacio, viajar a los astros, pero no ha sabido dejar al otro ser otro, es decir, diferente.
Pienso que la poligamia debe ser tratada dentro del encuadre de hecho cultural.
A menudo, vemos este hecho con nuestros prejuicios: prisión para las mujeres, conflictos entre los hijos... Conozco familias polígamas que viven tan bien que la mujer "A" se encarga de cuidar a los hijos de la mujer "B" y conozco famílias monógamas que viven tan bien que la armonía reina entre los dos cónyuges.
Conozco familias polígamas donde las mujeres se pelean por el marido o los hijos pelean entre ellos.
Conozco familias monógamas donde los cónyuges no se hablan y se odian hasta el punto de recurrir al veneno o donde los hijos se alían con el padre para echar a la madre.
Yo no pienso que haya más problemas familiares que los que hay en Occidente, donde la "regla" es la monogamia (con los divorcios y recasamientos) que en Africa donde se practica la poligamia. Consultemos las estadísticas de divorcios.
En definitiva, el problema de la poligamia se encuentra en otro lado. Más bien depende de los horizontes culturales e ideológicos, de las concepciones de la sociedad que queramos o que amemos.

J'ai lu avec beaucoup d'intérêt tes articles sur la polygamie. Je voudrai préciser que dans le pays Bamileke, la forme de polygamie qui est pratiquée est strictement la polygynie (le mariage d'un homme avec deux ou plusieurs femmes). Cette polygamie est un fait culturel; la culture étant l'ensemble des thèmes, institutions et modèles d'un peuple. En ce sens, le fait culturel est une réponse d'un peuple à une situation donnée. Aussi longtemps que la réponse, ou si vous voulez, la thérapie satisfait le problème de la société, elle est appliquée; et si par contre elle ne satisfait plus, elle doit nécessairement changée; non pas par décret, mais par nécessité.
Il en va de la polygamie en Afrique. C'est un fait culturel qu'il convient d'étudier et de comprendre. Il me paraît imprudent de juger, pire de condamner une culture du dehors et de vouloir la remplacer par une autre, la nôtre. Ne trouvez-vous pas là un impérialisme culturel qui est un des pires maux et une des grandes pauvretés de notre siècle? La diversité culturelle, loin d'être source de division devrait être facteur de richesse. Le monde "civilisé" a su dompter l'espace, voyager aux astres, mais il n'a pas su laisser l'autre être vraiment autre, c'est-à-dire différent.
Je pense que la polygamie doit être traitée dans son cadre de fait culturel.
Souvent nous regardons ce fait avec nos préjudices: prison pour les femmes, guerres entre les enfants... Je connais des familles polygamiques où il fait bon vivre où la mère "A" s'occupe bien des enfants de la mère "B". Je connais des familles monogamiques où il fait bon vivre où l'harmonie règne entre les deux conjoints.
Je connais des familles polygamiques où il y a des problèmes où le mari est discuté où les enfants luttent.
Je connais des familles monogamiques où le mari et la femme ne se parlent plus se haïssent au point de recourir au poison où les enfants se liguent avec leur père pour chasser leur mère.
Je ne pense pas qu'il y ait moins de problèmes de couples en Occident où la "règle" est la monogamie (avec le divorcés remariés) qu'en Afrique où la polygamie est pratiquée. Consultons encore les statistiques des divorces.
En définitive, le problème de la polygamie se trouve ailleurs. Cet ailleurs dépendra des horizons culturels et idéologiques, des conceptions de la société que nous voulons ou que nous aimons.

domingo, 30 de enero de 2005

Arquitectura viva



Desde Manengumba se veía una columna de humo que salía del bosque sagrado de Bandjoun. No podía creerlo, estaba ardiendo el palacio de Bandjoun, que es la sala de reuniones de los notables, el museo de objetos y el centro de la cultura de una de las prinicipales regiones del país bamileke.
Es como si Versalles y el Louvre se estuviera consumiendo en llamas, pero esto no saldrá en las noticias. Es como si se desplomaran las Torres Gemelas, pero esto no desencadenará una guerra.

El pasado 24 de enero, se incendió el palacio de la jefatura bandjoun, un edificio que data de finales del siglo XVII, que era el centro de la tradición de uno de los pueblos más ricos y que mejor han sabido mantener su cultura a lo largo de la colonización y la independencia: el pueblo bamileke.
Para mí esta noticia ha sido como un shock, un lugar tan importante ha sido reducido a nada. Además parece ser que el incendio fue provocado desde varios puntos de la estructura. Un acto criminal. He leído muchas opiniones, crónicas e impresiones de la tragedia en estos días pero la que más me ha impresionado es la de Dominique Malaquais, profesor de historia de arte en Sarah Lawrence College (NY) y autor del libro "Architecture, pouvoir et dissidence au Cameroun":
Primero, el horror, porque es un lugar que para mí tiene una carga emocional extraordinaria, histórica, también en el presente, hoy, en el patrimonio mundial; es una catástrofe. Pero pienso que hay una algo que es importante de precisar. Si se tratara simplemente de un patrimonio universal, si fuera una reliquia, estaría todo acabado. No habría más que hacer. Pero el hecho es que este palacio va a ser reconstruído, porque forma parte de toda una sociedad, de todo un mundo que es profundamente vivo y que no es lo que fue hace diez años. Y que no es lo que era en 1810. Es un mundo actual donde la destrucción hace parte integrante de esta historia. Y el hecho de que este palacio va a ser reconstruído, que se va a convertir en otra cosa en su reconstrucción, que en el acto de reconstruir todos tipos de nuevas relaciones políticas y económicas, sociales y religiosas van a ser creadas, va a participar en el movimiento hacia adelante de este palacio. Pienso que esto es muy importante porque muestra realmente que no estamos ante una cultura que ya no es más. Estamos visiblemente ante algo que se encuentra en plena ebullición y que no se puede predecir qué llegará a ser dentro de cincuenta años. Y esto para mi es muy importante. Esta gran choza va a ser reconstruída, estoy ansioso de ver en qué se va a convertir y qué forma va a tomar. Y sé que regresaré dentro de unos meses para ver lo que ocurre. Esto para mí es la encarnación de una sociedad que vive muy profundamente. Así, hay al mismo tiempo desesperanza y esperanza de futuro.

La gran choza, el palacio de reuniones de Bandjoun fue quemado tras la muerte del jefe Ngnie Kamga, durante las jornadas de sucesión.

viernes, 28 de enero de 2005

Polígamos


En la reseña que publicó Marcos Taracido al post de la poligamia, apareció un pequeño debate en los comentarios que hace pensar muchas cosas:

Por un lado, tenemos una de las posturas de este debate que dice que no se puede defender una costumbre solo por haber permitido la supervivencia y cita como ejemplo el canibalismo.
Que yo sepa, el canibalismo no es una costumbre sino una práctica religiosa, por la cual ciertos pueblos del mundo (no sólamente de Africa, quítenles el sambenito, por favor) han comido o comen la carne de ciertas personas muertas para obtener sus cualidades personales, mágicas o espirituales. ¿Han oido hablar de la teofagia?

Por lo cual, me parece más posible en la sociedad occidental la práctica del canibalismo como opción religiosa o como moda obscena que arraigar costumbres de otros pueblos tan complicadas como la poligamia.

Una familia polígama es excesivamente difícil de mantener. Imagínese ser un polígamo de tan solo cinco mujeres (un jefe tradicional puede tener sesenta) todas viviendo en la misma concesión, cada una en una casa y cada una con sus hijos. La poligamia no es una decisión sexual sino reproductiva. Imagínenese, entonces, tener cuarenta hijos, ocho de cada mujer, que es la media.

Imagínese que una de las mujeres viene a verle a casa (por supuesto, el hombre debe vivir aparte, en la suya) y le explica todos los problemas que tiene. No saca suficiente del campo que le diste, uno de los hijos no tiene libros para la escuela, el bebé sigue en el hospital porque no hay dinero para pagar las medicinas. Imagínese teniendo que viajar a la ciudad para poner en marcha un negocio de bicicletas de segunda mano para sacar dinero para la familia. Al frente de la tienda de bicis pone a uno de sus hijos mayores, quien espera un dia será su sucesor. De regreso, otra mujer le pregunta que por qué ha puesto en el negocio de las bicicletas a un hijo de su co-esposa que ademas, según ella, es medio tonto, no como ese hijo suyo que no hace ni caso y que está esperando a que le pague la universidad desde hace dos años. Otra de las mujeres viene a explicarle interrumpiendo a la anterior que necesita un pozo en su campo ya que el que tenía ya se secó y que cómo va a hacer para cultivar la tierra y dar de comer a sus hijos.

Dificil, ¿verdad? Póngase ahora en el lugar de una de esas mujeres. Difícil, ¿verdad? Póngase en la piel de uno de los hijos. No se trata de defender costumbres de otros. No se trata de criticarlas tampoco.

A mí me parece admirable que durante miles de años este sistema haya perdurado y que los habitantes de estos pueblos hayan podido servirse de este sistema de esfuerzo común basado en el trabajo cotidiano de la mujer a la que se la respeta como pieza angular de la familia.

Es machista, sí lo es. Era una situación impuesta, también, como todas las costumbres. Está evolucionando, eso sí. Desaparecerá, pues no sé. Hay mujeres africanas de hoy que aceptarían la bigamia, otra mujer con la que compartir las cargas de una familia de quince o veinte hijos. Por otro lado, otras mujeres opinan que es mejor que su hombre tenga varias mujeres que el que tenga varias amantes desconocidas.

Sobre todo, el objetivo de hablar de este tipo de poligamia (no olviden que hay otros) era para hacer comprender que la poligamia existía en Africa como sistema social antes de Mahoma y que persiste de una manera diferente a la musulmana, que no es una práctica religiosa ni moral, sino una manera diferente (a la nuestra) de organizar una sociedad. Aún incluso en países que han adoptado la religión musulmana, la poligamia se practica de una manera particular.

domingo, 23 de enero de 2005

Hablemos de la poligamia africana


Muchos europeos tendrán ideas muy extremas sobre la poligamia, tal vez imaginen harenes, esclavismo, sometimiento religioso, violencia conyugal... pero la poligamia africana tradicional no es así.

La poligamia africana tradicional que aparece en los cuentos de Na Mitón consiste en un sistema social tradicional de la gran mayoría de los pueblos del Africa subsahariana y que tras la descolonización, ha quedado institucionalizado legalmente.

Primero, la poligamia consiste en el matrimonio entre un hombre y varias mujeres. Hay que tener en cuenta que se trata de un matrimonio legal y que en la primera acta matrimonial se opta o bien por la poligamia o bien por la monogamia. Aunque también se puede cambiar de estatus. A veces ocurre que tras varios años de experiencia monógama, se decida pasar al estatus de poligamia, para poder hacer un segundo matrimonio.

¿Por qué la poligamia?
En mi opinión todo se basa en el sistema económico africano tradicional: la agricultura.
Las tierras son de los jefes. Los jefes entregan porciones de sus tierras a los hombres que las merecen (antiguamente a los guerreros, héroes, etc). Estas tierras otorgadas por el jefe se denominan concesiones.
Para honrar este regalo del jefe, la tierra otorgada debe estar siempre cultivada y una parte de la cosecha ha de ser entregada al jefe como muestra de agradecimiento.
Tanto hombres como mujeres tienen el derecho y el deber de trabajar la tierra de su concesión y de obtener frutos. La cosecha es tanto de quien la ha trabajado como de los vecinos, de los familiares, de quienes la necesitan y del jefe.
Ahora, pongamos que un guerrero lleva a cabo muchas hazañas, con lo que merece ser condecorado con más tierras.
¿Cómo hacer para poder honrar estas nuevas tierras? Su mujer y sus hijos trabajan ya mucho en las tierras que ya tienen y no podrán desplazarse hasta la otra concesión y obtener las mismas cosechas. Ese es el momento en que un hombre debe tener una segunda mujer, es decir, una segunda familia, ya que en caso de que la tierra se quede sin trabajar, el jefe decidirá entregarla a otro que la merezca o que la necesite más.
Entonces el hombre tendrá que construir una nueva casa en la otra concesión para albergar a su nueva mujer y su nueva familia.

Este sistema ha funcionado durante miles de años y ha asegurado comida y trabajo para todos, al igual que ha permitido un gran índice de natalidad en pueblos que por la dureza de sus condiciones tienen índices altos de mortandad.
En una palabra, la poligamia ha permitido la supervivencia de los pueblos subsaharianos.

¿Y en la actualidad?
Esta es la parte difícil. Por un lado, en las ciudades todo ha cambiado. La base ya no es agrícola y muchos linajes de jefes se han extinguido. Las mujeres estudian en las universidades y no tienen necesidad de tener hijos para ser bien consideradas, más bien ahora los hijos se van convirtiendo en una carga difícil de soportar.
En las ciudades, las mujeres no desean la poligamia y nadie las fuerza, con lo que la polígama queda reducida a las practicantes de religiones musulmanas (pero ésa poligamia es muy diferente).

En las zonas rurales sin embargo, el sistema continúa y se mantiene, aunque ahora las proezas para obtener concesiones son más bien económicas, así en los pueblos los polígamos son hombres ricos con negocios en la ciudad que se preocupan de mantener contentos a sus jefes tradicionales y a los funcionarios del catastro.

Yo no creo que sea un sistema en extinción, hay muchos intelectuales africanos que consideran la poligamia como un sistema social viable en el siglo veintiuno, como una alternativa a la familia nuclear occidental y la práctica continúa muy generalizada.

Me quedo con la frase de un amigo mío de Duala, que me decía después de beberse su cerveza en el bar habitual : me casé con la segunda pensando en que así arreglaría mis problemas con la primera, luego me casé con la tercera para resolver los problemas que tenía con las dos… ¿me invitas a otra cerveza?

jueves, 13 de enero de 2005

La Historia


Siempre hay un éxodo, siempre hay un largo viaje, los avatares de un hombre o una mujer, el padecimiento de un pueblo que camina y camina.

Los cuentos fundacionales africanos, como los tres que traduce Agnès Agboton al principio de su Na Mitón (la fundacion de Abomey, de Baulé y de Mossí) suelen comenzar con un éxodo. El pueblo que camina y que superando pruebas y situaciones extremas decide asentarse en un lugar.

El príncipe Dika Akwa, un camerunés nacido en 1933, doctor en etnología y que dedicó sus años a la investigación becado por la Sorbona de Paris, regresó a su país en 1974 para asumir la sucesión que le impuso su padre, ser jefe tradicional de los Duala.

En el ensayo de Dika Akwa sobre el estudio de la historia africana "Les problèmes de l’anthropologie et de l’histoire africaines" (Ed. Clé 1982), defiende la idea de que hay que entender la historia africana dentro de la dinámica de las migraciones que ha sufrido el continente a lo largo de los siglos, con las disgregaciones y congregaciones de los diferentes pueblos.

Por ejemplo, Dika Akwa traza la genealogía de su pueblo, remontando los nombres de los jefes tradicionales, que va recogiendo a través de los cuentos y la enseñanza oral hasta llegar a remontarse en el tiempo hasta el nivel 38, cerca del siglo XII de la era cristiana, donde la memoria se pierde.

También los objetos de sus antepasados le dan pistas de la ubicación de su pueblo, como por ejemplo el uso de bastones labrados con cabeza de buey. Un pueblo costero que usa elementos de pastoreo a fuerza debe provenir de un lugar donde el pastoreo sea posible, es decir de la sabana del norte.

Otro elemento que le sirvió para localizar el origen de los Duala, lo encontró en el atuendo masculino: faldas negras, torso desnudo, pañuelo al cuello y paño en la cabeza que cae por detrás de las orejas.

Egipto fue arrasado por los persas en el siglo III antes de Cristo. ¿Quién habitaba Egipto antes, se pregunta Dika Akwa, quién construyó las pirámides?. Dika Akwa está seguro de que los constructores de las pirámides fueron sus entepasados.

La teoría de Dika Akwa no sólo sirve para poner en duda las concepciones de la historia de Africa, sino que también aporta pruebas de que los africanos no han sido siempre esos salvajes que los colonos creyeron encontrar.
Sobre todo nos sirve de ejemplo para entender que los pueblos africanos han estado durante siglos viajando, extendiéndose por el continente, con el desierto empujándoles desde el norte y la selva impidiéndoles el paso libre hacia el sur.

La colonización y el trazado de países y fronteras fue para los pueblos africanos como la señal de parada en el juego de las sillas. Cada pueblo congelado en el punto donde se encontraba mira a los lados para descubrir quiénes son los vecinos que por azar les ha tocado y cuál es el sitio que ahora se llama "su país".

Más sobre la teoría de Dika Akwa, en francés.

domingo, 9 de enero de 2005

Na Miton



Me acabo de encontrar con Na Mitón, un libro que acaba de publicar RBA escrito por la poeta beninesa Agnès Agboton.

El subtítulo de Na Mitón es "la mujer en los cuentos y leyendas africanos".

Agnès Agboton, licenciada en filología hispánica, trabaja colaborando con el Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya y otros organismos en la difusión de las tradiciones orales africanas.

Se trata de cuentos africanos "adaptados" al castellano y digo "adaptados" porque, como ella misma explica en su prólogo, aquí los perros dicen guau guau, en cataluña dicen bup-bup y en el gun, su lengua natal, dicen bo bo.

Las tradiciones, cuanto mas las orales, son difíciles de traducir. Y uno se queda con un extraño sabor de boca al leerlo.

Aún más en este caso, ya que un cuento africano consiste en una especie de sortilegio donde cada palabra que lo compone contiene un universo de significado. Cada frase ha sido pulida a través de las generaciones a lo largo de siglos y lo que hoy cuentan los ancianos no es tan solo una historia pasada sino la (única) conexión con sus antepasados. La prueba tangible de la identidad de todo un pueblo.

Los cuentos en Africa no se escriben, sino que se cuentan. Y cada una de sus palabras son como los pilares del monumento de su pueblo.

Memorizar estos cuentos con cada una de sus palabras y sus inflexiones de voz, sigue siendo hoy día un trabajo fundamental en la iniciación de jefes y notables en toda Africa Subsahariana.

Un cuento africano no es tan solo una leyenda del pasado contada de padres a hijos, sino mucho más que esto: la definición de fronteras, el temperamento de un pueblo, las maldiciones que les persiguen desde su pasado y sobre todo, la moral y las leyes, ya que un jefe los usa constantemente en sus reuniones como argumento de sus decisiones, al igual que un padre para aleccionar a sus hijos.

Los cuentos por tanto no sólo son el vínculo de unión con el pasado, el orígen y la identidad de los pueblos africanos, sino que es la fuente de sabiduría recogida por la experiencia social de pueblos milenarios.

Traducirlos a otra lengua puede llegar a ser complicado pero aún más complicado será comprender estos cuentos de la misma manera que los comprendería para quienes fueron creados.

A mí me gustaría aprovecharme (sin el permiso de la autora) de la publicación de esta obra de riqueza milenaria para ir aclarando algunos de sus preliminares, siempre teniendo en cuenta que, como bien dice Agnès Agboton, "a uno y otro lado del mar de arena" los hombres y las mujeres no son, a fin de cuentas, tan distintos. ¿Me siguen? ¿Me ayudan?