Un volcán dormido en el corazon de Africa

miércoles, 31 de diciembre de 2003

Derechos



Derecho de paso. Esta genialidad la escribió con orgullo uno de los ingenieros yankis que participaron en el desastre del Pipeline Tchad-Camerún, el trazado de un oleoducto a todo lo largo de la última selva virgen de Africa.
Una sentencia que me conecta con un discurso de 1885, en el que el ministro francés Jules Ferry afirmaba tener especiales derechos en Africa:
Es preciso afirmar abiertamente que las razas superiores tienen un derecho con respecto a las razas inferiores [...] porque existe un deber hacia ellas. Tienen el deber de civilizar a las razas inferiores
Ambos justificaron los destrozos argumentando tener derecho a ello.

miércoles, 24 de diciembre de 2003

Dictadura comercial


Cuando llega la Navidad suelo recordar una escena que presencié en Bamendjou, aldea bamileke del oeste de Camerun. Los bamilekes son considerados como una etnia muy aferrada a su estructura social y de espí­ritu polí­tico y emprendedor.
Era un dí­a de época seca, como hoy, cuando un camión anunciaba su llegada desde muy lejos por la polvareda que levantaba en el horizonte.
Era el camión de la guiness, que decidió que en Bamendjou se iba a celebrar aquel día la "fiesta de la amistad". Aparcó en el centro del pueblo, frente a uno de los bares más frecuentados y comenzó a descargar cajas de botellas, banderines y pancartas con el slogan de la fiesta.
La visita de la guiness atrajo a los habitantes; mientras de la cabina atronaban unos altavoces la canción de moda de aquel año.
Los jóvenes se agolparon para conseguir una camiseta de las que regalaban, negra y con el slogan : "Guiness, is good for you"; al rato ya estaban bebiendo la cerveza y bailando al son de la música que la multinacional había previsto para el evento.
Fue entonces cuando un viejo (más tarde supe que se trataba de un notable, uno de los nueve consejeros del rey) se acercó a la cabina, ordenó parar la música y se acercó a la multitud. Todos callaron mostrando respeto, y el viejo comenzó a hablar. De su discurso en lengua ngemba apenas entendí­ las palabras que dijo en francés "dictadura comercial".
Al terminar, los mayores que estaban en el lugar asintieron y fueron abandonando el lugar, cada uno en una dirección, mientras la música volvió a atronar.
A poco los jóvenes se fueron yendo, tras acabar su cerveza y pagar.
Así terminó la "fiesta de la amistad" en Bamendjou. Duró apenas media hora.
Tras observar aquello boquiabierto, pregunté a un amigo si temí­an que el rey les apaleara o algo similar si no obedecí­an al notable. Mi amigo rió mi pregunta y respondió: "¡jamás!, este bar es suyo. Hemos comprendido que nadie tenía por qué obedecer a la guiness".

Para mí esto fue una lección de conciencia social.

martes, 23 de diciembre de 2003

Comienzo


Hoy comienzo un nuevo viaje, una nueva aventura, no sé adónde me llevará, pero ya tengo los bártulos preparados y todas las pertenencias que puedo llevar a la espalda pertrechadas.
Es un viaje referencial, una necesidad de apoyo, en un momento en que mis amarras se van soltando una a una, unas se me desgarran crujiendo, otras las desato yo, para no dañar la eslora de mi cordura.
Aquí no hablaré sobre Africa, que se me va alejando cada vez más, tal vez porque la herida ya se me va cicatrizando, (hace ya tiempo me dejó de sangrar), tal vez porque jamás regrese.
Quien me quiera acompañar, aquí le espero.

sábado, 20 de diciembre de 2003

La bisabuela


- Dame el bebé -me dijo la bisabuela- quiero tomarlo en brazos.
Le miró las manos, le colocó el vestido, la abrazó sobre su regazo y sus ojos se humedecieron.
Se quedó un rato así sin, decir nada. Los otros niños de la casa miraban la escena de lejos en el patio de la concesión, en silencio.
Estoy seguro de que conocer a su biznieta iluminó sus pensamientos sombríos, la amargura de una viuda que conoció días de dicha, que conoció el sufrimiento, que en aquellos días vivía el abandono, la espera parsimoniosa de los días de vejez, los días de recuerdo, de remordimiento, de revolver en rencillas pasadas, de husmear en momentos que ya son caducos, que ya no valen ni para sonreir, en un mundo cambiado, falso, mutilado.
Por fin, me miró y me dio las gracias. Me dijo que de verdad, del fondo de su corazón me da las gracias por haber venido. Por haberle presentado a su biznieta.
Y se quedó callada otro momento lleno de interminables recuerdos, de imágenes pasadas, de golpes de envidia, de desasosiego. Momentos de guerra, de dolor, momentos de pérdida, momentos de fiebre, de temblor, de locura, de lágrima.
- Ahora que ya conozco a mi biznieta, ahora ya me puedo morir.

viernes, 19 de diciembre de 2003

Tópicos, ignorancia y sospechas


En mi paseo diario, hoy me he topado con un título que me ha cautivado: "Pensando en Africa". Su autora, una periodista española, Lucí­a Alonso, ha vivido varios años en Zimbabwe y a modo de ensayo breve se pregunta el por qué de los tópicos de los españoles sobre el continente negro.
En sus páginas, va desgranando estas ideas tan asentadas en la opinión de la masa media, ideas que no sólo son de españoles, sino en general de este "club" de los nosotros, los buenos de la Historia, los civilizadores, los brillantes, los descubridores, los elegidos, todos estos apodos que suenan polí­ticamente incorrectos pero que manifestamos cotidianamente al referirnos a Africa.
Pienso que es el libro que recomendaría a cualquiera que sospeche que Africa tal vez no sea el continente de la guerra, el hambre y las enfermedades.
Y especialmente a ese 25% de la población española que se queda en blanco cuando le piden que cite uno solo de los países africanos.

Otros artí­culos de Lucía Alonso (subdirectora de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz):

jueves, 18 de diciembre de 2003

Poner el techo


En Africa un hombre solo puede construir su casa. Puede excavar sus cimientos, asegurarlos, puede construir sus muros, hay quien los hace de caña y adobe, hay quien fabrica bloques de cemento para levantarlos. Un hombre solo puede enfoscar esos muros y pintarlos con cal.
El techo de la casa se construye después, sobre el suelo, ensamblando una estructura de madera sobre la que clavará chapa de aluminio o ramas de palma trenzada.
Una vez terminado se levanta este techo sobre los muros y para ello hace falta la ayuda de los vecinos del lugar.
Por eso en Africa se dice que un solo hombre puede construir su casa, pero no puede poner el techo.
Manengumba me dice que las paredes del mundo también se están construyendo por hombres solos. Cada edificador de esos muros trabaja a su ritmo, unos son grandes, otros pequeños, algunos están bien terminados, otros aún a ras del suelo.
Manengumba piensa que pronto esos muros caerán porque nadie se decide a abandonar sus paredes para ayudar a alzar el techo de otro, todos temen que su construcción se vendrá abajo si la dejan para echar una mano a su vecino.
Manengumba sonríe al ver la torpeza de los hombres cejijuntos que no ven lejos. Se pregunta cuánto tiempo más estarán sobre la tierra.

miércoles, 17 de diciembre de 2003

Paz en Angola


El pasado lunes hubo en Madrid una conferencia sobre uno de los desastres olvidados, el de Angola.
El desastre de Angola consiste en una guerra que comenzó tras la independencia en 1975 y tras múltiples treguas fracasadas, es a partir del año pasado 2002 que se empieza a prometer una verdadera paz y el inicio de su futuro.
No quiero entrar en detalles sobre el origen de esta guerra, que nada tiene que ver con conflictos tribales sino de una guerra de esos dos gigantes que usaron también Angola como campo de batalla de la otra guerra mundial, la Guerra Fría, sólo frí­a en occidente, muy caliente y sangrienta en el sur del mundo.

De esta conferencia destaco tres ideas que me sedujeron especialmente:

- La paz en Africa proviene del diálogo popular. Y no de las negociaciones políticas, ya que la guerra hoy día es el sí­ntoma de un conflicto desesperado entre pueblos que se ven enemigos. Ninguna tregua será real si el pueblo no resuelve primero su conflicto interno, si dejan de ver a sus vecinos como enemigos y aprenden a comprenderlos y a vivir juntos. La guerra ha creado diferencias socio-económicas entre pueblos que antes estaban a un mismo nivel, la paz ha de fraguarse en la igualdad también a este nivel.

- El diálogo entre los pueblos angoleños ha comenzado de la mano de las iglesias cristianas. Angola es un país cristiano pero divido en iglesias (católica, evangelista, baptista, etc) y no se puede comprender Africa sin saber que los africanos son hombres y mujeres religiosos en su forma de vida, antes de los misioneros ya lo eran. Cuando las iglesias cristianas prepararon el Jubileo del año 2000, hicieron algo fundamental: unirse como iglesias para unir a los pueblos divididos en un diálogo, el inicio del entendimiento y la base para la igualdad.

- La ayuda para Angola es necesaria hoy. Angola es un paí­s rico en "potencia", pero dice la sabidurí­a bantú que
cuando el dinero no está en tu bolsillo tal vez no tengas para cenar esta noche. No sirve de nada esa riqueza potencial, hace falta ayuda económica hoy mismo, inmediatamente.
Y además de esta ayuda económica, aquí viene lo fuerte, agárrense a la silla para no caer, el reverendo Ntoni Nzinga dijo además que a Angola le hace falta que se produzca un cambio de valores. Y este cambio ha de ocurrir tanto en africa como en occidente. De nada servirá la ayuda si los inversores extranjeros sólo se instalan en Angola para enriquecerse y servirse del sistema de corrupción africano para subir en la bolsa.
Y digo agárrense a la silla porque yo añado: si tú y yo dejamos de ver Angola como una pelea de tribus y comenzamos a comprender que es un problema global de la raza humana y que esas tribus son tan solo hermanos nuestros, tal vez cuando nos pidan ayuda comprendamos que de verdad la necesitan y podamos de verdad ayudarles.

lunes, 15 de diciembre de 2003

Francia se desvela


Paradójicamente Francia se pone la medalla de la educación laica promoviendo una ley contra la exposición de los signos religiosos ostentatorios, como el velo musulmán, el kipa judío o la cruz católica en los atuendos de los escolares.
Yo me pregunto si esto es verdadero laicismo, ya que entiendo que una educación laica es la que se pretende abierta e integradora, capaz de escuchar opiniones diferentes y de dialogar en el respeto mutuo.
En principio prohibir no me parece que sea una opción de apertura, ni de integración.
Pero el gobierno francés no ha prohibido tajantemente sino que ha pedido consejo a una asamblea de sabios representantes de las religiones en Francia quienes han resuelto sus reflexiones en el Rapport Stasi, donde musulmanes, judíos y cristianos tratan de establecer puntos en común sobre el laicismo y los signos religiosos acusados de ostentar.
Sorprendentemente, los representantes de las religiones se muestran muy poco extremistas en el tema y sus conclusiones han sido unánimes en el sentido de acuerdo y comprensión mutuos. Ninguno de ellos considera correcto enfrentarse a la idea de prohibir el velo, el kipa o la cruz en las escuelas, y han aprovechado para manifestarse de acuerdo con una sociedad diversa donde se respetan y celebran cultos de diferentes confesiones, como el Yon Kippur o el Aïd el Kébir.
La reacción ante estas reflexiones en el resto del mundo ha sido igualmente positiva desde todos los frentes, pidiendo únicamente una cierta prudencia en la aplicación de la futura ley de discreción religiosa.
Mientras tanto Chirac mete la pata en su viaje a Túnez declarando ante los medios que el velo musulmán produce agresividad en el pueblo francés, afirmación cuanto menos anti-social, a mi juicio.
Por el momento los franceses se desvelan agresivos ante la nueva diversidad venida del extranjero, mientras los religiosos y los extranjeros se demuestran moderados y brillantes.
¿Acogerá Francia una sociedad de la integración cultural o emprenderá la reconquista de la sinrazón?

viernes, 12 de diciembre de 2003

El poeta muere de tristeza


Ahmadou Kourouma nos dejó ayer. Guerrero de tantas batallas, primero en Indochina, luego en Costa de marfil. En la primera puso su vida en juego por la causa francesa, en la segunda, por la causa que más amaba, su propio país. Y se decidió a hacerlo sin olvidarse de su lengua natal, el malinke, la cual supo presentar al mundo caligrafiada en francés. Condenado en su país por expresarse, por ser poeta, murió ayer en la fría europa, tras veinte años de exilio "no oficial", desde donde no resignó a callar, pero no pudo llegar a los oídos de sus hermanos como él deseaba llegar.
Su último mensaje, enfrascado en una botella y arrojada al mar tempestuoso de hoy: Alá no está obligado


jueves, 11 de diciembre de 2003

Todo se desmorona


En los libros de texto de los escolares africanos, la historia de su país comienza en el paleolítico y luego salta bruscamente al siglo XV, cuando los portugueses comienzan a viajar a la costa atlántica del continente para comerciar con marfil, oro y esclavos.
Ningún niño pregunta qué ocurrió con sus antepasados en todo el periodo entre el hombre de piedra y el africano actual, ya que temen seguramente que la respuesta sea "nada".
Y sería amargo aceptarlo, y también simplista, ya que no por carecer de indicios positivos de las civilizaciones africanas anteriores al hombre blanco hemos de concluir en su inexistencia.
Tal vez por ello, Chinua Achebe, quien sí preguntó a sus padres, narra en su primera novela Things Fall Apart, la civilización de la cual él mismo proviene, su estructura social, la economía del ñame, la familia poligámica, el respeto por la regla de la tradición, la magia en lo cotidiano, en conjunto, la sabiduría de un pueblo milenario al que se le ha negado su pasado... por ahora.
Y tal vez por ello, Things Fall Apart se haya traducido en treinta idiomas y se haya colocado a la altura de las novelas mejores del mundo, exactamente la tercera elegida en el Oslo Nobel Institute.
Traducida al español como "Todo se desmorona", lo considero no solo una excelente novela sino una puerta abierta a todo un mundo desconocido, a la verdadera Africa que nadie nos quiso narrar.

martes, 9 de diciembre de 2003

Nieve sobre París


Senghor es el primer ex-presidente africano, es decir el primero en perder unas elecciones democráticas y ceder su puesto al elegido por los votos. Este suceso histórico ocurrió en Senegal, en 1980 y habrá de repetirse en los demás estados africanos.
La originalidad de Senghor es que él ama a Africa y que además de planificar polí­ticamente la democracia en su país, también escribí­a poemas.
Un poeta que a los veinte años se fue a estudiar a París y allí conoció la navidad y la nieve.

Señor, tú que has visitado Parí­s, en este dí­a de tu nacimiento
porque se había vuelto avaro y malo
lo has purificado con el frí­o incorruptible
con la blanca muerte.
Esta mañana, hasta las chimeneas
de las fábricas cantan al unísono.
Arbolando banderas blancas
"Paz a los hombres de buena voluntad"
Señor, tú has propuesto la nieve de tu Paz al mundo dividido
A la europa dividida
A la España rasgada
Y el rebelde judí­o y católico ha disparado
sus mil cuatro cientos cañones contra las montañas de tu Paz.
Señor yo he aceptado tu frío blanco que quema más que la sal.
Y mi corazón se funde como nieve bajo el sol.
Olvido
las manos blancas que disparan tiros de fusil que destruyen imperios
las manos que flagelan esclavos, que te flagelan
las manos blancas polvorientas que te abofetean
las manos pintadas polvorientas blancas que me han abofeteado.
Las manos seguras que me han empujado
a la soledad. Al odio.
Las manos blancas que abatieron la selva
de roneros que dominaban africa, en el centro de Africa
Derechos y duros. Los Saras hermosos como los primeros hombres que surgieron de tus manos morenas.
Ellas abatieron la selva negra para hacer traversas de raí­les de tren.
Ellas abatieron las selvas de Africa para salvar la civilización, porque hací­a falta materia prima humana.
Señor, yo no saldré de mi reserva de odio, lo sé, ante los diplomáticos que muestran sus largos colmillos.
Y que mañana trocarán la carne negra.
Mi corazón, Señor, se ha fundido como la nieve sobre los tejados de París.
Al sol de tu dulzura.
Dulce para mis enemigos, para mis hermanos de manos blancas sin nieve
A causa también de manos de palizas, al atardecer, a lo largo de mis mejillas ardientes.

Léopold Sedar Senghor
"Chants d'Ombre" 1945, ed. du Seuil
Traducido al español por el autor del blog.

sábado, 6 de diciembre de 2003

Estación seca


La tierra se separó de los cielos. Las nubes se marcharon por el horizonte y los vientos comenzaron a danzar, a batir la tierra roja, a elevar remolinos de polvo, etéreos vestidos que se agitan al compás de los danzantes.
Gigantes de largos cabellos que se revuelven sobre sí mismos al ritmo de sus ansias y que deshacen los cúmulos de tierra que yacían sobre la vasta tierra de las montañas.
Las hojas verdes se encarnan ante la danza del viento y el sol se aleja y ya no brilla más. Tan solo los árboles conocen la danza de colosos y se atreven a acompañar el frenesí con sus ramas empolvadas de color de tierra.
Los ríos se vuelven ralos y hambrientos y en ellos croan las ranas de noche, reclamando el regreso de la lluvia a la blanca luna sonriente.
La época seca reina ya en Africa. Y no caerá una gota hasta bien entrado marzo.

jueves, 4 de diciembre de 2003

Cromatismo


Los avatares de la vida hicieron que antes de conocer Africa trabajara en un taller de tintura vegetal de lana, en la sierra de Segovia. Allí mis ojos aprendieron a distinguir con perfecta seguridad cientos de gamas diferentes de tonos cromáticos. Obtenía cada tono variando la proporción de tinte, en relación con la cantidad de lana, la temperatura del agua, la cantidad de mordiente empleado y el tipo de lana, básicamente. Acertar con la tonalidad exacta era tan difícil como acertar en el blanco disparando una flecha con un arco, ya que siempre atinabas un poco al lado, y la variedad cromática llega a obsesionarte.
Así, al llegar al continente negro, no me contenté con verlos todos iguales, como Barley, quien a sus sujetos de estudio los distinguía por las camisetas que llevaban. Ya que, en efecto, y al contrario de lo que los blancos suelen pensar, cada africano tiene una tonalidad diferente de color de piel, y este es un signo habitual de distinción.
En Africa hay hombres negros, brunos, rojos, claros, blancos, mulatos y albinos, y excepto a los últimos, un europeo los verí­a a todos "negros", quiero decir, un europeo de ojos monocromatizados para el tono negro.
En general, se suele considerar que la belleza se encuentra cerca del color claro y las mujeres usan productos cosméticos para reducir la cantidad de melanina, las llamadas cremas éclaircissantes. Pero no nos equivoquemos: ninguna de ellas pretende hacerse blanca del todo, como Michael Jackson, sino más clara.
Las mujeres "rojas" se dan en algunas etnias sólamente y su piel de color caoba se considera muy sexy, los padres reciben dotes millonarias por entregar a su hija púrpura en matrimonio.
También, hay colores claros de piel que permiten iris claros, despojados de melanina y son tremendamente llamativos los ojos verdes enmarcados en un rostro africano, así­ como tonos de cabello cobrizos, tradicionalmente considerados por algunas etnias como sí­mbolo de brujería, actualmente se descubren muy bellos.
Personalmente, yo tengo debilidad por las mulatas, y en general por todo lo mestizo.

lunes, 1 de diciembre de 2003

Beers & Blogs Madrid


Rompo el ritmo africano para informar a los madrileños o a quienes pasen por esta ciudad que hay en marcha una propuesta de Beers & Blogs en Madrid el próximo 13 de diciembre , sábado, a eso de las 20 horas.
UPDATE
Parece que el lugar ideal, ante la insistencia de Wayfarer, mis dudas sobre el Ducados café y la inmediatez de la fecha, será el HandyMan Tavern, Pza Carmen (metro Sol), un pub irlandés donde podremos hablar y vernos las caras.
Ya están apuntados:

Convocatorias al evento en Dos dedos, en Araña de las palabras, en Wayfarer, en Somiatruites y en El Frasco del Odio
El cartel oficial diseñado por Daniela Rogoza
Nos vemos !!!

viernes, 28 de noviembre de 2003

Corrupción


En el valiosísimo documental "Mobutu, roi du Zaïre", vemos cómo un periodista belga entrevistaba a Mobutu, el presidente y mariscal de Zaire. Tras una serie de preguntas rápidas, el reportero hace una pausa ante la cámara y entona con aire severo la pregunta:
- Mariscal Mobutu, en Europa se dice que en su gobierno el uso de la corrupción es habitual, ¿qué tiene usted que decir a estas críticas?
- Amigo periodista, respondió Mobutu con su habitual sarcasmo, ¿quién ha inventado la corrupción? ¿Acaso no han sido ustedes los europeos quienes nos la han enseñado?
El escándalo que levantó aquella frase, pronunciada en los años ochenta, a mi juicio no estaba justificado. Demos un poco marcha atrás en la pelí­cula del Zaire para ver si Mobutu tenía o no razón en su respuesta :

  • Durante los siglos XVIII y XIX, los europeos remontaban el río Congo para saquear las riquezas de la zona. Conrad, en el Corazón de las Tinieblas hace testimonio de la sed de oro de aquellos blancos despiadados.

  • El rey Leopoldo II, en la época de la colonización se apropió del Congo Belga, la mayor colonia africana en superficie. Una colonia vasta en riquezas donde nunca devolvieron lo que fueron tomando prestado a lo largo de los siglos XIX y XX.

  • Al igual que en las otras colonias de Africa, los colonos pagaban el esfuerzo y el trabajo de los indígenas con unas piezas de latón que iban fabricando e intercambiando las mismas por el material de los extranjeros que morían de malaria.

  • En la descolonización, Lumumba destacó como líder popular y fue elegido por los belgas para ser el primer presidente del Congo independiente, pero cuando firmó la presidencia comenzó a decir frases como que "Bélgica imperialista ha explotado las riquezas de Congo"; "los militares belgas deben renunciar a sus cargos y abandonar el país" y se ocuparon de hacer que un comandante disciplinado se rebelara contra el líder problemático y ocupara este delicado puesto. Lumumba fue así exiliado y Mobutu convertido en presidente.

  • Lo primero que hizo Mobutu fue ocuparse de masacrar a los rebeldes de cada región, que se habían levantado en el período de descolonización. Los cargos belgas que segí­an en el país como asesores, en segundo plano, aceptaban estas operaciones y enviaban informes positivos al paí­s "madre" para que fueran regresando los antiguos colonos a retomar lo abandonado y continuar la explotación.

  • Mobutu no solo fue un buen militar y administrador sino además un líder con carisma. Tenía amigos en todo el mundo y Bush, (el padre de George W.) se convirtió en uno de los mejores. Así­ se sintió fuerte a su lado y tan protegido como para levantarse un buen día y firmar un decreto por el que los empresarios extranjeros debían abandonar el paí­s.


Fue tras esta decisión, que Mobutu fue considerado de repente por Bélgica como un dictador; a ser acusado de violar los derechos humanos y de haber creado un paí­s de corrupción.
Y ahora, dí­ganme: ¿Mobutu exageraba?

jueves, 27 de noviembre de 2003

Los otros desastres


Hace apenas tres meses dejé Camerún para estar en España, y a partir de ese viaje, las noticias sobre el mundo cambiaron. Apenas hace tres meses, Costa de marfil se debatía en una guerra de tres facciones rebeldes contra la capital (Abidyán), mientras la economí­a caí­a en picado y los franceses residentes en el paí­s se resguardaban tras las tropas enviadas desde París para mantener el status anterior.
En Liberia, también los rebeldes se habían hecho fuertes y amenazaban la estabilidad, con lo que G. Bush dio un ultimatum televisado al presidente Taylor en términos de "o te vas del país o será tu infierno", con lo que decidió autoexiliarse a Nigeria y los marines norteamericanos se hacían (de nuevo) con el país.
Estos son dos ejemplos de dos tragedias que afectan al mundo en su globalidad, pero de los cuales dejé de saber cuando aterricé en la hispanidad. Parece que a los periodistas hispanoparlantes les da igual lo que ocurre en Africa, o tal vez sea al público hispanoparlante, o la verdad, no entiendo nada.
Ahora, con la guerra de Irak, no quedo yo solo clamando en el desierto, sino que la ONU ha publicado una lista de "Desastres Olvidados". Fantástico, aunque, como cita el The Economist, no están todos los que son, sino los políticamente correctos, en total una lista de veintiún desastres que no deberían ser ignorados, no tanto por los periodistas sino por las ayudas que destina el mundo desarrollado al oprimido.
Copio los africanos :

  • Angola : pobreza posguerra

  • Burundi : guerra civil

  • Republica Centro-Africana : pobreza posguerra

  • Congo : guerra

  • Costa de Marfil : guerra civil

  • Eritrea : escasez alimentaria

  • Region grandes lagos : conflicto, refugiados

  • Guinea : refugiados

  • Liberia : guerra civil

  • Sierra Leona : pobreza posguerra

  • Somalia : caída del gobierno

  • Africa del Sur : SIDA, pobreza

  • Sudan : guerra civil

  • Tanzania : refugiados

  • Uganda : rebeldes en el norte

  • Africa del oeste : conflictos, refugiados

  • Zimbabwe : economía en el colapso


De los veintiún desastres olvidados y señalados por la UN, diecinueve pertenecen al continente africano. Ya la prueba es empí­rica: Africa está olvidada.

domingo, 23 de noviembre de 2003

Mi destino


Subiendo a Manengumba, paso junto a las chozas de una familia mbororo. La madre con las hijas mayores están en el rí­o, lavando la ropa y las cacerolas; el padre con los hijos mayores están acompañando a las bestias, montaña arriba, allí donde la sequedad aún no llega, y en el hogar queda una niña de unos seis años tejiendo una canasta y dos críos jugando a pelearse rodando por la hierba.
Paso junto a ellos, en mi camino a la montaña, y me sonríen. Les doy un caramelo de coco rallado a cada uno y les digo que avisen a su padre que esta noche les visitaré.
En lo alto, Manengumba me recibe igualmente con una sonrisa. Me pregunta por mi viaje.
- ¿Sabes, Manengumba? -le explico- Envidio a los niños mbororo. Ellos nacen dentro de su condición.
- ¿Y los demás , no?
- No lo sé, no sé los demás. Pienso que ellos tienen la suerte de recibirlo todo de sus padres. Toda la sabiduría que necesitan en su vida la tienen al alcance. Tienen su hogar, tienen su trabajo, tienen ya su vida escrita. Sólo han de preocuparse de ser felices en ella.
Los niños que hemos nacido en una ciudad, nacemos condenados a luchar contra nuestro destino para encontrar nuestro lugar en el mundo.
- ¿Encontraste tu lugar, en tu viaje?
- En mi viaje, me he encontrado a mí mismo. Ya sé cómo soy.
- Juan, -bramó la montaña- tal vez no comprenda bien a los humanos, pero las montañas decimos que habéis sido creados desterrados. Habéis sido creados de la duda. Habéis sido creados por encima de los demás. No tenéis destino, porque vuestro destino os pertenece; carecéis de hogar, porque esto también, lo habréis de construir. No sois inquilinos de la creación, sino dueños y partí­cipes.
Esta es vuestra condición, y habéis de hacerle frente, o dejar de ser.
- Sí, Manengumba, -sonrío- no tengo razón de envidiarles, tienes razón, voy a construir mi hogar. Ahora que ya sé quién soy, voy a luchar por seguir siendo.

jueves, 20 de noviembre de 2003

Explotación y trabajo


Youssou Ndour toca esta noche en Madrid, un cantante senegalés que no solo hace música tan buena como esta, sino que además ha sido nombrado embajador honorario de la campaña internacional contra la explotación infantil, por la OIT.
Esta campaña, lanzada notablemente en los países africanos, comenzó a sonar fuerte en la copa de Africa de Mali, con el mensaje "Tarjeta roja al trabajo de los niños". Recuerdo cómo los cameruneses de la calle se reían de la frase. Allá los niños cuando no tienen clase tuestan cacahuetes y se pasean por la calle hasta venderlos todos. Nadie les obliga, lo consideran un magnífico pasatiempo. Con lo que sacan se compran golosinas, o hay quienes tienen espíritu emprendedor y lo reinvierten en huevos cocidos, por ejemplo.
Pero aclaro, la campaña no trata de que los niños no trabajen, cosa que no veo mal, como explico adelante, sino (copio) define las peores formas de trabajo infantil, como son la esclavitud, la servidumbre por deudas, la prostitución, la pornografí­a, el reclutamiento forzoso de niños para las fuerzas armadas, la utilización de niños para el tráfico de estupefacientes y otras actividades ilí­citas, y cualquier otro trabajo que dañe o ponga en peligro la salud y la seguridad de los niños.
Y yo me uno a la campaña por completo, pero quisiera reivindicar el que un niño pueda trabajar libremente, cosa prohibida en el "mundo civilizado"; reivindicar que un niño pueda trabajar para aprender a ser listo, a saberse útil en su familia y entre sus amigos, a ser capaz y creativo en la sociedad, esto, perdónenme, no me parece a erradicar.
De la misma manera que es de combatir la explotación infantil, pienso que es de combatir la inutilidad social, el autismo, el stress y la depresión infantiles, fenómenos, por desgracia muy habituales en el primer mundo, donde los niños son considerados como floreros, (no se tocan, sólo se miran), por necesidad inútiles.
Yo quiero que mis hijos puedan aprender a ganar su dinero vendiendo por ejemplo gusanos de seda, como hacía yo no hace tanto, en esa otra españa donde nací.
Yo quiero que mis hijos aprendan a ser listos y no solo inteligentes.
Que aprendan que la vida es más que tener novia o novio, más que ir bien vestido o compararse un lujoso coche, más que acumular conocimientos, sino saberlos usar.
Quiero que aprendan también a sobrevivir. A ser un poco salvajes.

martes, 18 de noviembre de 2003

Jugando en la selva


Habrá quien se emocione viendo Sonrisas y Lágrimas, La lista de Schindler o tal vez Apocalypsie Now. Yo me he emocionado hoy viendo la película/documental Eyengui.
Un grupo de documentalistas españoles encabezados por Jose Manuel Novoa se adentraron en la última selva virgen de Africa, al sur de Camerún, armados con cuatro cámaras, un grupo electrógeno y cientos de caramelos para convencer a los pigmeos baka de ser por unos días actores de sí mismos, de jugar al juego de los blancos.
No me emocionó la historia, ideada en un café gris en España, ni la banda sonora, compuesta en un sintetizador y grabada a varias pistas en un estudio de primera calidad. No fue tampoco el perfecto encuadre de las imágenes ni la documentación, que no criticaré, ya que no soy antropólogo.
Lo que me emocionó de la película fue más bien las miradas traviesas de los niños de la selva, mientras jugaban con aquellos maravillosos extranjeros blancos que habían venido de muy lejos para distraerse unos días en su verde hogar.
Fueron sin duda días de fiesta para mis hermanitos de la selva, fueron días divertidos que aún hoy se cuentan de noche reunidos junto al fuego, con música y risas.
Demasiado acostumbrados los españoles a ver a los indíginas en un estado indolente y sufriendo calamidades en tantos fríos reportajes, aquí tal vez les sorprenda convertidos en ardientes actores y en excelentes (y pacientes) anfitriones.

viernes, 14 de noviembre de 2003

Un héroe


ngovayang, agosto 03


Mi amigo el doctor Xavi, me dijo una vez que él era un mercenario.
Él, como yo, se enamoró de Camerún apenas llegar y muy en parte, se asumió camerunés, se encarnó africano. Se hizo padre por entrega personal, y por esa misma entrega, todos sus vecinos le acogieron como a un hermano de nacimiento.
Doctor Xavi es un mercenario de la salud, un cruzado de la justicia. Un héroe de leyenda. De su propia leyenda y de la leyenda de cuantas personas conoció.
A poco supe que regresaba a España. Necesitaba descansar, me dijo, pero no de Africa, sino de las ONGs españolas.

lunes, 10 de noviembre de 2003

Autopistas de información


Nunca he soportado la injusticia y cerrar la boca a quien tiene que decir es una de las peores injusticias posibles. Africa no puede ser tan negativa como nos la muestran en los periódicos de occidente. Africa no es sólo guerra, calamidades, hambre, enfermedades.
En Africa se habla, se siente, se piensa, se crea arte, se sufre represión política, se crean grupos que movilizan a las gentes.
En Africa se vive, se disfruta, se bebe y se come, se hace fiesta.
Por ello, inauguro una sección (columna de la derecha, al final) donde les enlazo a los más importantes periódicos digitales de los países de Africa donde internet ya es realidad.
Una oportunidad para leer las noticias en la fuente, para descubrir el otro lado de Africa.
Una oportunidad para darle la vuelta al mundo.
Para entender Africa desde Africa.

Se lo dedico a Ylek, que quería viajar a Africa y le prometí información.

domingo, 9 de noviembre de 2003

Fiesta


Hoy,
el sueño se ha hecho destino.
Hoy es fiesta en mi día.
Hoy la luz acompaña mis sonrisas.
Lugares sospechados se han vuelto acostumbrados,
recuerdos futuros se han hecho presentes.
Brindo por mi decisión
de seguir vivo.
Mi decisión de no morirme más por dentro.
Que hoy es fiesta,
que ya no hay tiempo de dudas.
Hoy es fiesta en mi vida,
que dejó de ser mía,
que ahora es la nuestra.
Hagamos fiesta, mi Luna, embriaguémonos de luz clara,
embriaguémonos de licor de besos.

martes, 28 de octubre de 2003

Ramadán


Comienza el Ramadán. No sólo en Africa. Comienza el Ramadán en todo el universo, a medida que la luna va iluminando a los hombres que miran a dios.
El Ramadán no es el ayuno, sino que el ayuno es el medio para vivir el Ramadán.
Y para quienes no somos musulmanes, Ramadán es también nuestra oportunidad para reflexionar y ser mejores.
¿Quién se apunta?

lunes, 27 de octubre de 2003

Mi vuelo


Me alzo de puntillas sobre la cima de mi hogar y mis ojos de niño buscan a Basilé. Su figura ahora es difusa. Sus laderas se confunden con el mar. Sólo veo mar y nubes.
-Manengumba, ¿por qué no veo ya a Basilé?
-Pero ahí está, ¿no lo ves?, dice la motaña.
-No.
-No lo puedes ver porque no miras a Basilé. Estás mirando al oeste. Estás mirando al Monte de los Grillos.
Me crecen alas de plumas de color a la espalda y comienzan a batir, bruscas, ansiosas. Mi corazón late y mis alas crecen. Ahora se vuelven fuertes, y me siento capaz de emprender el vuelo.
-Me voy, Manengumba, me voy.
-Ya sé, hace tiempo comenzaste tu vuelo. No escondas más tus alas.

sábado, 25 de octubre de 2003

Richard Bona


Hace dos días recibí este mail:

He visto tu pagina, estaba buscando un traductor y encontré tu pagina, necesitaría la traducción de una frase, es que no sé ni por donde cogerla...

ekwa mwato tululu ktana mawnate te misea muntula ngad`a Ndutu Mba

esta es la frase, no sé de verdad que significa, si es una grosería o algo, lo siento, y gracias!!!

De entre los miles de lenguas que se hablan en Africa, resulta que se trata de una frase en la lengua dwala pronunciada por el bajista de jazz Richard Bona, un joven camerunés que tocaba en un club de Duala a los diecisiete años con la habilidad y la fuerza de Jaco Pastorius. Hoy le pueden disfrutar en el Zinc Bar de Manhattan donde cada tarde empuja un milímetro más allá las fronteras del jazz.

Por cierto, que aún no sé lo que esta frase quiere decir, nunca me puse a aprender dwala, pero daré con la traducción. (Si alguien tiene una pista, o domina esta lengua, agradezco su ayuda)

lunes, 20 de octubre de 2003

Kaidara


El anciano observó a los presentes, acuclillados frente a las brasas, en la choza que les guardaba del halo mágico de la noche. Se asió a su bastón sin levantarse, por la parte baja, y tomó aire para comenzar.
"Esta historia, es una historia mágica, sonrió.
"Contada a los niños que juegan a la luz de la luna, es un cuento fantástico que les ensueña y les hace reir. Aprenden las canciones y las danzan con la gracia de los niños, y se divierten repitiéndola.
"Contada a las mujeres que hilan algodón durante los meses fríos, es una historia que les entretiene, que les hace olvidar el dolor de sus dedos y las anima a trabajar mejor y a hacer sus comentarios sobre los personajes.
"Contada a los hombres maduros, a los que han vivido experiencias, a los que saben, es una historia que encierra el conocimiento y la revelación.
"Ahora, dijo el anciano, ¿vosotros quiénes sois? Porque la historia que voy a contar es tan sólo una.
Y sonrió, esperando, sus ojos brillaban iluminados del serpenteo de las brasas danzantes.
La respuesta de los presentes no se hizo tardar:
-Cuéntalo entonces, para nosotros...

Así me recreo en el primer párrafo de Kaidara, la primera narración traducida al español recogida por Amadou Hampâté Bâ de la boca de los ancianos peules. El relato de la iniciación en la sabiduría.
Un relato lleno de imágenes que los africanos saboreaban tal cual, pero que a nosotros los racionalistas del siglo XXI nos hará falta descifrar en forma de largas explicaciones.
Y después, una vez hayan sido explicadas tal vez podamos releerlo para disfrutar de las imágenes virginales que se albergaban en la memoria del ancestral pueblo peule.

domingo, 19 de octubre de 2003

Sabiduría oral


Amadou Hampâte Bâ, filósofo nacido en Mali en 1900, fue miembro del UNESCO entre 1962 y 1970. Un día tomó la palabra y de su boca salió una frase que sacudió el mundo:

En Africa, la muerte de un anciano es una biblioteca en llamas

Murió en 1991, pero dejó tras de sí cientos de aquellas bibliotecas orales escritas en papel, accesibles a cualquiera y creó el alfabeto peule con caracteres latinos, consagrando su vida a aumentar nuestra riqueza, a enriquecer la humanidad.

¡ Gracias !

viernes, 17 de octubre de 2003

La sonrisa pícara


Hoy estuve comiendo en uno de esos gigantes del fast-food que hay en el centro de Madrid. Cada cliente hace cola, pide lo que quiere y es servido en menos de dos minutos en la barra, donde paga y recupera su bandeja que él mismo deposita en una mesa libre. Cada uno su bandeja, cada uno su mesa, cada uno sus pensamientos, cada uno su conversación, cada uno su inquietud cejijunta, cada uno su mirada puesta en su dirección.
En ese orden irrumpió una niña de unos trece años vestida con una falda larga, un jersey que le cubría las manos y una deslumbrante sonrisa. Acudía a cada mesa y pedía dinero sin dejar de sonreír. Cuando conseguía que le miraran para negárselo, añadía que tenía hambre y quien más quien menos le iba dando una parte de su comida, una parte insignificante, pero ella las iba juntando en un vaso de cartón y cuando lo llenó, llamó a su hermano pequeño que miraba detrás del escaparate para venir a comer con él.
Los hermanos comían con apetito y sonreían a los demás clientes, con miradas pícaras e ingenuas. Los clientes del fast-food que habían contribuído a que aquel milagro se produjera en la Gran Vía, les devolvían las miradas, algunos con envidia de aquella felicidad de los niños, de aquella alegría virginal, espejo del contraste con ellos mismos.
Un empleado de seguridad acudió en seguida y los niños le miraron sin dejar de sonreír, mientras les echaba fuera del local. Ya en la calle, en la puerta del fast-food, les pregunté si querían más. Y me dijeron que no, que ya habían comido mucho hoy. Y me contagié de su felicidad cuando me despedían agitando sus blancas manos.

jueves, 16 de octubre de 2003

Listeza


El newsweek nos muestra un incremento en la población de niños autistas. Es decir, que los niños extremadamente inteligentes pero tontos para las habilidades sociales se comienzan a generalizar en la sociedad actual, y a reinar en la sociedad futura.
Y no sólo esto, sino que además hay una teoría según la cual este desarrollo es adaptativo para nuestra sociedad actual de sistema binario, de ganar o perder, de aprobar o suspender, de producir, de generar, de cero-errores.
Pero por suerte hay un rincón en el mundo donde aún se resiste al invasor autista. Cómo no, este rincón se llama Africa. Aquí los niños beben una poción mágica que les da listeza. Tal vez no dispongan de juguetes de construcción para ser extremadamente competentes, pero saben cómo engañar.
Una imagen que se me quedó grabada de mis primeras visitas a Africa fue la de un niño de tres años que esperó a que sus hermanos se marcharan a jugar fuera de casa para urgar con un palito un pequeña patata que habí­a escondido entre las brasas. A este ingenio le podemos llamar listeza y es precisamente lo que le falta a los autistas del primer mundo.
Y no es esto lo que y desearía a mi hijo, ya que esa picaresca es resultado de un medio de cruel supervivencia, pero nunca caerán en fraudes tan simples como el email que me llegó ayer; fraudes que dan mucho, repito, mucho dinero a mis hermanos africanos.

miércoles, 15 de octubre de 2003

¿Qué hago?


Acabo de recibir este email:

De : willis_taylor1@tiscali.co.uk
Asunto : GOOD DAY
Fecha : Wed, 15 Oct 2003 09:29:32 +0100

Good Day,

I wish to introduce myself to you. My name is Willis Taylor.I am the
brother to the president of Liberia Mr. Charles Taylor. Due to the
present war in my country Liberia, I wish to invest in Hotels and commercial
properties in your country.

Myself, wife and children managed to get on a Red
Cross airplane that was evacuating foreigners from the theatre of war
in my country and presently, we are in a refugee camp in a region
called Appenzell on the Swiss border. Your assistance and cooperation is required as
regards this project.

Please send an e-mail indicating your
desire to help me and my families invest these funds.
I await your positive response to my e-mail letter God bless.

Willis Taylor

¿Y ahora.... ? ¿Qué le respondo?

UPDATE
Otis B. Driftwood nos da la clave al email, no es un spam sino un SCAM

domingo, 12 de octubre de 2003

Reconciliarse


TCHOUPE Romaní David, jefe tradicional de Bandja y presidente de la Asociación de Jefes del Oeste, ha convocado el Festival Anual del Arte y Cultura Bamileke.
En el número de octubre de la revista Journal de l’Afrique en Expansion, le entrevistan sobre la razón que ha motivado a convocar este festival.

"Cuando se pierde la cultura, se deja de existir, se pierde el alma. Lo que aprendemos en los libros es la cultura de otros. ¿Por qué perder la nuestra, a causa de no seguir más que la cultura de otros? Nosotros [los jefes tradicionales] queremos reunir nuestros hijos de aquí y de la diáspora para ayudarles a no olvidar sus orígenes. Debemos reconciliarnos con nuestra cultura."

Reconciliarse con la propia cultura, ya que ésta ha sido ultrajada, pisoteada y reprimida por los extranjeros, y no desde fuera, sino dentro de su país, en sus pupitres.
Ahora es necesario reconciliarse.
Primero, reconciliarse con sus propios valores.
Segundo reconciliarse con los extranjeros.

... Y siento que esto lo podemos comprender muy bien, aquí en España, país multicultural. O allá en la cultura azteca, maya o inca. ¿Me equivoco?

sábado, 11 de octubre de 2003

Sus ojos


Manengumba mira al cielo con dos ojos.
Uno es verde.
El otro, azul.
Lo que antaño era fuego, hoy se torna belleza plateada.

viernes, 10 de octubre de 2003

La condena


Las noticias del primer mundo sobre Africa últimamente convergen en señalar al continente de la belleza como el panteón del VIH.
Dos artículos me han hablado del tema en estos días, uno y dos.

El que Otis refiere en su blog me parece muy interesante, pero victimista. No sé si es real completamente que el virus se extienda en Africa por necesidad económica, es decir porque las mujeres africanas vayan recogiendo dinero a fuerza de expandir el virus con el uso de su sexo. No me parece justo hablar así de mis hermanas. Porque además no es cierto.
El segundo artículo me lo envió Man y supone que la iglesia católica desanima a los creyentes a usar el preservativo, lo cual hace que el virus se reparta en la población que escucha las homilías. Este me parece que está muy, muy lejos de la realidad.
Para comprender el sida en Africa planteo dos ideas que hay que tener en cuenta como partida:

- Estrictamente, nadie muere de SIDA, sino de otra enfermedad diferente que se hace mortal al tener el sistema inmunitario debilitado por el VIH.

- Estrictamente, el preservativo es un intruso en una relación sexual, tanto para africanos como para primermundistas.

El hecho de que nadie muera de SIDA, sino de malaria, tuberculosis, fiebre tifoidea, etc. hace que cuando un africano oye hablar de esa nueva enfermedad, no se siente implicado porque no conoce ningún caso, ni próximo ni lejano de una ví­ctima de SIDA.

"Empezaron a hablar de SIDA en el extranjero, ahora vienen los extranjeros a hablarnos aquí de esa enfermedad que desconocemos y a vendernos preservativos. Vienen a decir que estamos también contaminados de su mal y a obligarnos a gastar dinero en un objeto de caucho para salvarnos. Ellos nos la han traído, que nos la quiten, entonces."

Esta fue la primera reacción ante las campañas de SIDA en Africa, alarmantes, desproporcionadas y dirigidas a un público al que no se tuvo en cuenta a la hora de ser diseñadas. Porque una cosa es ser médico o cientí­fico y otra cosa es cambiar costumbres y modos de ver la enfermedad.
Porque una cosa es ayudar a comprender un acontecimiento catastrófico y otra es decir "Estáis todos contaminados!", la cual pareció ser la idea principal de la campaña antisida dirigida a Africa.
Una cosa es ayudar y otra condenar.
Con el paso del tiempo y con acciones informativas alternativas a la campaña oficial, se va consiguiendo hablar del SIDA en Africa como la enfermedad que es, como una forma nueva de comportarse, como un cambio más en la nueva sociedad. Y ahora pregunto: ¿y si se hubiera planteado de esta otra manera la enfermedad en Africa, se hubieran ahorrado muertes?

Apunto también que el mismo error se cometió en los primeros de momentos del descubrimiento del VIH, recuerden la enfermedad de la triple H: hemofílicos, homosexuales, heroinómanos. Así se consideró, mientras morían amas de casa y bebés infectados.

De los errores propios se aprende. O se debeí­a aprender.

miércoles, 8 de octubre de 2003

Tala André Marie


El bendskin es una danza bamileke modernizada. Una joya cuando es interpretada por el maestro Tala André-Marie, un músico ciego y genial, un compositor cantautor que no necesitó abandonar su país natal para ser escuchado, para invadir el mundo con su melodía, con su alegría en forma de música.
Pueden saborearlo aquí
Se danza agachado, con los pies juntos, así lo han adoptado los conductores de mototaxi en douala, ahora llamados benskin por el humor de la calle.

martes, 7 de octubre de 2003

Amigos


Ayer recibí la revista escolapia Anchomundo sobre las misiones y proyectos de desarrollo. En ella, había un artículo de JD Tagne que leí con ilusión; habla sobre las ONGs y los dones a Africa:
"Un amigo es el más grande de los dones que un individuo puede tener en su vida.
Un amigo es diferente de un bienhechor frío, que da de lo que le sobra.
Un amigo es diferente de un salvador, que por piedad acude en el momento de socorro.
Un amigo es alguien que hace camino contigo, que te acoge tal como eres y te acepta como persona digna, a pesar de tu indigencia.
Un amigo no da de lo superfluo, sino de lo indispensable.
(...)
Porque hoy Africa, hundida tiene necesidad de amigos, de verdaderos amigos, que puedan tomarla en serio, cuando todo el mundo se ríe de ella. Amigos que puedan escuchar, cuando todos los grandes la olvidan. Sí, amigos que puedan compartir lo necesario y no lo que sobra, desechos y cubos de basura."

JD Tagne es mi amigo, de los de verdad. Él es africano, bamileke, hijo de padre polígamo, ha nacido pobre, conoce el hambre, el hambre de verdad, y saberle portador de este mensaje de amistad, me conmueve.
Hace ocho años (ya ocho!?), me enseñó a bailar benskin, me enseñó lo que quiere decir ser bamileke y desde entonces siempre nos hemos llamado hermanos.
Hoy, mi hermano estudia teología en la universidad católica de Yaundé y es escolapio.

domingo, 5 de octubre de 2003

Taxi-blog


Los taxis en africa no son sólo medios de transporte, sino lugares de encuentro. Pequeños blog, si así se puede entender mejor.
En Camerún un taxi es un coche pintado de amarillo donde hay un conductor, un taximan, normalmente bamileké. Suele ir bien vestido, como mi amigo Prestige, que va siempre de traje y corbata. Algunos llevan sobre el cuello una toalla de baño, para que el sudor no les manche la ropa y todos, todos, llevan pañuelos de papel en el salpicadero.
En Camerún los taxis se comparten, deambulan por la ciudad y van recogiendo y escupiendo pasajeros en cada calle, tratando de hacer un recorrido lo más derecho posible, para evitar enfados de clientes avezados y de no sobrecargarlo a más cinco plazas.
El chofer lleva el hilo de la conversación, y en cada esquina baja la música y escucha los destinos que le lanzan.
- Akwa Nord, deuxcents !
- Boulangerie Saker!
- Rond Point Deido!
El destino que se encuentra en su recorrido es respondido con un doble claxon y el taxi se detiene para que el pasajero se acomode.
Al entrar, siempre te encuentras con una conversación. Comentarios sobre alguna de las noticias que va escupiendo la radio, comentarios sobre artistas, sobre la policía, sobre los blancos o sobre alguien importante que murió antesdeayer.
Los posts y los coments se suceden y se renuevan con cada nuevo pasajero que acierta a entrar en el taxi, dando nuevos giros a la cuestión, nuevos puntos de vista.
Y el conductor del taxi retiene el hilo y argumenta con comentarios de otros pasajeros que ya salieron dos barrios más allá. Y se sabe que los chóferes conocen mucho, casi todo cuanto ocurre en la ciudad; tanto que a menudo se comentan luego sus noticias como si formaran parte del telejournal de las 20 horas.
- ¿Sabes que ayer un padre ha cortado la cabeza a sus hijos?
- ¿No me digas? ¿De verdad?
- Sí, me lo dijo el taximan que me trajo. Ha ocurrido en Camp Yabassi, un tchadiano, le quería vender las cabezas a un blanco que le había prometido tres millones por cada una.
- Oh! Por tres millones, ¡qué barbaridad! Los blancos son salvajes.

viernes, 3 de octubre de 2003

Pipeline Tchad-Camerun. Daños colaterales



UPDATE
Tras el comentario de Fulana, siento la necesidad de añadir algo a esta foto, prueba de la tragedia que vive áfrica.
La compañía que construyó el oleoducto, se comprometió con el gobierno y con los medios a replantar la franja de selva que era necesario talar para enterrar el tubo. A lo largo del trazado del pipeline, construyeron semilleros que luego se fueron abandonando y nadie se ocupó de replantar. Los árboles cortados, de evidente valor por sus dimensiones, era etiquetado (como ven en la foto) y vendido a los traficantes de madera ilegal que cada día se exporta.
Aún si se hubiera replantado haría falta esperar cientos de años para reparar el daño que se le ha hecho a la selva primaria más importante de africa.
Yo no puedo pararlo, pero sí contarlo. Y ustedes pueden saberlo.

jueves, 2 de octubre de 2003

Dios único


Hasta el siglo XIX, Africa subsahariana era un puzle de tribus y familias cada una gobernada por un sistema de nobles y jefes, gobernantes considerados por su pueblo como la expresión directa de dios creador.
Todos los pueblos africanos han creído en dios. Un dios único. Un creador de la tierra, de los animales, un engendrador.
Un padre a quien hacían oración en el recogimiento de lugares naturales especialmente señalados para ello.
Un dios todopoderoso quien hablaba a través de los jefes y concedía dones a quienes fueran dignos de ello.
Un dios sabio y justo, que no deseaba que sus hijos mueran ni sufran.
Un dios que detenía la moral y el destino de un pueblo.
El sucesor de un jefe recibía la conexión con dios a partir de su nombramiento durante un perí­odo de tiempo conocido como iniciación, varios meses en los cuales los notables le acompañaban en el proceso, pues se decía que un jefe no muere, sino que duerme. Y se despierta en el cuerpo de su hijo que eligió como sucesor.
Los sanadores y adivinadores no se formaban de padres a hijos, sino que recibí­an el conocimiento directamente por revelación, generalmente tras un proceso de locura, que culminaba con la recepción del poder de divino.
Así, el mal era considerado como la separación de los dictámenes divinos, los cuales debían ser escuchados a fin de detener este mal.
Y la muerte, nunca era natural. Porque no pensaban que dios se fuera a resignar al dolor de sus hijos. La muerte, sin duda, era resultado del error humano, o fruto de la perversidad de hombres corrompidos, de bestias o de pueblos guerreros extranjeros.
Y existía ese temor ingenuo, virtud infantil signo de pureza y de confianza en el ser superior y en el buen destino, la precaución que asegura la supervivencia en un medio hostil.
Después llegaron los hombres blancos, que eran tecnológicamente superiores y trajeron consigo a su dios.
Africa subsahariana vive en estado de shock.
Por un lado, sometidos a la civilización invasora, sin remedio, resignados a la inferioridad.
Por otro, seguros de sus valores tradicinales, sonríen con ironí­a todo lo nuevo, de forma que las nuevas religiones entran en áfrica sin freno ni razón, y todo africano, además de tener televisor, refrigerador y auto, añaden a la lista de sus occidentalizaciones la de pertenecer a tal o cual iglesia.
Y todas estas creencias, salvo excepciones heróicas, se superponen como un manto aterciopelado de importación a su religión ancestral, única y verdadera.
Hasta el punto que un misionero español a quien quiero mucho, le gusta decir que los católicos bamilekes viven bajo una sobrecarga moral. Todos rinden oficio de la religión tradicional, aquella llamada animista en los manuales, y además se ocupan de los ritos católicos.
Yo añado que lo mismo ocurre con los musulmanes, los protestantes, los testigos de jehova, con los del séptimo día, los evangelistas, los baptistas, los rosacruces, los de la iglesia de la victoria, la iglesia de la resurreción, la iglesia de malah, los de pentecostés, la del unión de los corazones, la del fuego de jesucristo, y también, como no, al ateí­smo.

martes, 30 de septiembre de 2003

Oku



La estación seca trae la calma. El fresco por la noche, el amanecer despejado.
Los habitantes de Oku abandonan los paraguas y salen al mercado. Las abejas acuden a los panales. En el mercado se vende lo recogido durante las lluvias. En las laderas de las montañas, aún los ríos vierten sus aguas al vacío creando colas de arcoiris entre el verdor.
El sol ahora golpea fuerte a mediodía sin el freno de las nubes, y ríe solo, ahora rey de los cielos.
La luna sonríe a su vez por las noches ya que los nimbos se marcharon a buscar las lluvias. Ahora ella es también reina y las estrellas reflejan su placidez.
Ahora es la época de los astros.
Ya no hay lugar para las blandas flores, que sin protección y sin lágrimas se marchitan mientras las abejas se apresuran a guardar el polen de las últimas corolas. Y los habitantes de Oku se apresuran en tomar su miel.
La época seca se avecina. Y todos se apresuran, antes de que el polvo de la tierra cubra las veleidades del azul cielo y ya no se pueda respirar.
Los astros se olvidan de los habitantes de la tierra, para triunfar en el cielo. Ahora sólo queda esperar el regreso de las nubes.

domingo, 28 de septiembre de 2003

Canción a mi Luna


Hay tanto que contarte, mi Luna, tanto...
Que las palabras brotan con torpeza de mi boca cuando no caen en torbellino, porque tanto hay en mi, tantos anhelos que he de convertir en frases, que te he de mostrar coloreando imágenes, hay tanto...
Deseos que nacen, que brotan a cada paso de mi nacimiento.
Y sé que me falta gallardía, mi Luna, que mis pies están acartonados, que avanzan despacio, pero avanzan seguros, avanzan pequeños pero mirando lejano, mirando a quien gobierna el cielo estrellado, la noche, mirando a la emperatriz de las estrellas.
Será tu sonrisa mi guía. Luz de plata que me mostrará el camino a tu regazo.
Mis palabras encierran misterios que son albos. Mis palabras encierran formas que son puras, que son belleza. Como son también mis deseos, como son también mis sonrisas, reflejo de los tuyos, de las tuyas.
Sé que mis ropas, mi equipaje, están sucios y atados. Espera a que llegue a tus frescas aguas, ellas limpiarán el trasiego.
Que tú, mi Luna, ya me cubres de un manto blanco, de luz de plata. Y sé que ninguna bestia de la noche me podrá detener en el camino que he marcado a tu ternura.
Esta es ahora mi empresa.

sábado, 27 de septiembre de 2003

Hoy


Hoy el alba ha nacido sin color
y Manengumba se inquieta;
abre sus dos ojos al cielo.
Uno verde,
el otro azul.
Y pregunta al cielo
- hoy pálido -
por los colores fugitivos.

Las nubes hoy están lejos
y jironean al estirarse.
Los vientos silban y empujan
y borran el camino de las aves,
que también marcharon.
El viento levanta la tierra que seca,
que va secando,
y una racha de polvo borra
las huellas de pastores
que también se llevan sus bestias
abajo.

Manengumba abre sus ojos claros
los abre sinceros al cielo y pregunta
¿dónde fueron los colores
de nuestro paisaje?

El cielo mira desde alto
Toma aliento para bramar
Y truena:
Ya no hay lluvia.
Me la he llevado.


Hoy comienza la estación seca.

jueves, 25 de septiembre de 2003

Nigel Barley


Nigel Barley es un antropólogo torpe.
Un viajero que no quería viajar. Un erudito que no quería conocer.
Un inglés excéntrico (no se preocupen a él le gusta saber que los españoles le suponemos así) que hizo un viaje a Camerún.
Lo conoció por casualidad, cerrando los ojos ante un mapamundi y tirando un dardo; el azar quiso que se clavara en el pueblo dowayo.
Su poca convicción en los métodos epistemológicos le sirvió para poner en tela de juicio los trabajos de campo y así poder visitar aquel pueblo primitivo con inocente torpeza.
De su primera visita, sacó dos estudios: la tesis doctoral sobre los dowayos en Camerún que le valió el correspondiente progreso curricular y una novela bestseller, especialmente escrita para torpes y otros que nunca quisieron saber.
Disfruto leyendo sobre todo ese párrafo donde el antropólogo fue a desvelar los secretos del jefe de la lluvia dowayo, aquél que manejaba los vientos y las lluvias usando las piedras de la lluvia, las cuales resultaron ser canicas de vidrio de color. ¿Cómo justificar ahora su viaje a aquel lugar abominable, donde era además imposible tomar un té con leche?
Pero en seguida encontró una excusa para regresar a enfrentarse a una plaga de caterpilars (que es la palabra en pidjing para llamar a los escarabajos, y no a las orugas). Y se encontró con que ya no conocía a sus antiguos amigos dowayos ya que después de un año ya no llevaban la misma camiseta.
Por fin, se entrega al estudio de unas mastectomías inexistentes y al fin regresa al mundo civilizado donde toma un café pensando una nueva excusa para volver a África. Esta vez un sombrero fabricado en Camerún le da la pista.
Nigel Barley nos analiza rigurosamente el dedo del sabio a quién pregunta por la luna y uno se acaba preguntando si en definitiva esto es lo único necesario y suficiente que el discurso científico nos aporta.
Que nadie viaje a África sin haberlo leído antes.

Su dedo


Estando en Duala, vino a visitarme mi amigo JD Tagne. Hacía tiempo que no nos encontrábamos, me alegró volver a verle. En seguida estábamos hablando sobre temas interesantes que se pueden encontrar en internet.
Fuimos a un cybercafé y le mostré mi blog, manengumba, donde escribo sobre mi vida en relación con África. Lo estuvo leyendo un rato y sus reacciones me enseñaron mucho.
Leyó mi post sobre los proverbios bamilekes, su propia etnia, y sonrió al identificar aquella frase siempre escuchada de la boca de sus padres, ahora traducida en español, impresa sobre una pantalla y publicada en internet.
- La traducción es correcta, me dijo, pero a menudo se dice de otra forma.
Estiró su dedo índice hacia el cielo y dijo:
cuando el sabio señala la luna,
el hombre torpe sólo ve su dedo
.

domingo, 21 de septiembre de 2003

Presente


Ni la acción de los misioneros, ni la imposición de la democracia acabaron con el sistema polígamo en África.
Hoy día, la poligamia es una opción matrimonial. Pero hay que elegirla y determinarla al casarse con la primera mujer. Al igual que la opción de bienes comunes o separados, está la opción de unión monogámica o poligámica.
Luego, en el hogar hay otras cuestiones que solucionar.
Cada mujer vive en su casa con sus hijos, pero todas en una porción de tierras heredadas o recibidas del jefe que se denomina concesión. La casa central es para el hombre y detrás están las de las mujeres. Aparte, están las casas de las viudas que dejó su padre, que se convierten también en cónyuges al recibir la sucesión.
Cuando el marido era un guerrero, éste se encontraba generalmente fuera de la concesión donde vivían las mujeres y apenas había problemas.
Ahora, que ya no hay más guerras que las económicas, el hombre suele permanecer en casa.
Ahora es cuando, para mantener la armonía entre las mujeres, entra en funcionamiento el ingenio del hombre de la casa. Aquí es donde el hombre ha de demostrar que la diplomacia es capaz de enfriar las guerras de celos entre sus esposas y sus respectivos hijos.
Se han dado casos de envenenamientos entre los habitantes de la concesión, debido a que el hombre no ha sabido manejar una simple discordia.
Muchas de estas concesiones hoy día permanecen vacías, pues las mujeres han huido de las presiones y de la lucha. Siguiendo el proverbio bamileke, mejor el frío, que la leña de la discordia.
En las ciudades, hay hombres adinerados que crean reducidas concesiones, pero la mayoría no serán nunca heredadas por su hijo sucesor.
Y es que por encima de la moral impuesta, hay algo que ha cambiado la sociedad africana y es simplemente, que los hombres ya no son esenciales, que las mujeres estudian y trabajan.
Y que también en áfrica estamos en el siglo XXI.

sábado, 20 de septiembre de 2003

Origen


Los bamilekes conquistaron la cadena montañosa de bambutos en los tiempos en que los pueblos en Africa aún buscaban su lugar. En los tiempos en que el avance del desierto de norte a sur del continente empujaba unos pueblos contra otros y los del sur, contra la selva.
Los bamilekes sobre las montañas empujaron a los bassa hacia la costa, a los duala, a los beti al interior. Ellos detuvieron a los haussa que venían del norte y pelearon contra los bamún al este, para mantenerlos tras el río nkam. Al oeste tenían a pueblos guerreros superiores que les empujaban sobre las montañas.
A lo largo de los años y las guerras, los bamilekes eran un pueblo guerrero donde escaseaban los hombres.
Los jefes de cada familia agrupaban a sus guerreros y los entrenaba para defender las fronteras que los ancestros habían delimitado.
Las mujeres quedaban al cuidado de esas tierras, las hacían germinar y se ocupaban de los hijos.
Todas las tierras son del jefe, llamado Fo
Cada guerrero podía casarse con un número ilimitado de mujeres, dependiendo de la extensión de las tierras que el jefe le había otorgado por sus méritos.
Y cada mujer tenía una tierra, una casa, de las que era dueña y una docena de hijos a los que criar, ella sola. Su trabajo consistía en mantener los campos sembrados, procurarse de leña, mantener la marmita en el fuego y guardar agua fresca. De este trabajo ella era jefa y repartía responsabilidades con sus hermanas pequeñas y sus hijos mayores.
A esto es a lo que los misioneros blancos llamaron poligamia cuando llegaron.
Y entonces, comenzaron los desatinos.

jueves, 18 de septiembre de 2003

Lo válido


Sólo es válido
aquello que es suficientemente grande
como para compartirlo


(Sabiduría tradicional bamileke)

miércoles, 17 de septiembre de 2003

Comprendo


Hoy comprendo que me encuentro en Madrid, después de casi un mes de haber llegado, tal vez el tiempo que me hubiera llevado hacer el viaje en autobuses, haciendo la ruta de los pateros y asimilando la distancia del viaje.
Tomo el metro y me dirijo al centro. La puerta del sol me recibe llena de gente, todos en movimiento, desplazándose de un lado a otro, atravesándola por todas sus diagonales posibles, en silenciosas procesiones.
Veo senegaleses, que venden discos compactos sobre sábanas blancas atados por un asa en las esquinas, para permitirles la huída rápida.
Me siento extraño, extranjero, pero no me doy cuenta porque así me siento habitualmente en todas partes.
Cuando estoy en áfrica, al cruzarme con un blanco, un hermano de etnia, es inevitable que nos intercambiemos esa sonrisa de complicidad que lo dice todo.
Alguna vez, en la ciudad, conduciendo he visto un blanco caminando por un barrio no muy deseable y me he sorprendido a mi mismo parando el coche y preguntándole si todo va bien.
Ahora, voy caminando por carretas y me cruzo con un centroafricano que lleva una enorme bolsa blanca de plástico llena de bolsos de mujer.
Comprendo que son sus mercancías que acaba de comprar al por mayor en una tienda de importación china y se dispone a venderlas sobre una sábana.
Le miro a los ojos sin darme cuenta y él me mantiene la mirada. Luego la suaviza y acabamos por sonreirnos.
Ahora ya no me siento tan extraño en mi país natal.

martes, 16 de septiembre de 2003

Albino


En áfrica, hay dos tipos de blancos, los buenos y los otros. Un "bon blanc", es un albino africano, un negro de piel incolora. Tradicionalmente, una maldición; actualmente, un marginado.
No sólo tienen la piel blanca, sino que ven con dificultad y sufren quemaduras solares. Un patito feo en el continente de la belleza. Una broma de la naturaleza, una travesura de dios. Una pesada carga para llevar a lo largo de una vida.
En otros tiempos, se les practicaba todo tipo de ritos de brujería para purificar a la familia que con su nacimiento había sido señalada, avisada de otras tragedias aún mayores, aún por avecinar.
Salif Keita es un albino que cambió su destino. Un albino que destruyó su maldición personal por medio de su voz, a lo largo de su soledad de rechazos repetidos.
Un "bon-blanc" que nos enseña la lección de la raza humana. Que nos enseña a cantar y a escuchar otros ritmos diferentes de los que estamos acostumbrados.

lunes, 15 de septiembre de 2003

Codicia


Al pie de Manengumba, está la ciudad de Nkong.
El suelo volcánico le otorgó la fertilidad de sus campos y la promesa de la prosperidad, pero fue maldita por la codicia.
Alemanes, franceses y por último griegos fecundaron la tierra con cepas de café, miles, millones de arbustos que al ritmo de las estaciones secas germinaban sus flores y engendraban millones de sacos de grano verde de café: arábica en los lugares altos y robusta en los valles.
La fertilidad construyó la ciudad, la producción encaminó las vías ferroviarias de la ciudad del café hasta el puerto y la carretera no tardó en adoquinarse.
Bellas casas con jardín y veranda aparecieron para alojar a los extranjeros que iban llegando cada vez más y los coches hicieron también su aparición.
Los extranjeros enseñaron a los indígenas a trabajar y éstos recibían su sueldo en unas piezas de latón que los colonos fabricaban y llamaban kap. Uno de aquellos trabajadores, Samba Martin, formado en Alemania, completó el nombre de la ciudad, ahora llamada Nkongsamba.
La ciudad de la prosperidad, donde el café manaba de la tierra y se clasificaba y ataba en sacos y se cargaban en vagones de tren, todo a cambio de unas piezas de latón. A más demanda, más kap. Los colonos ponían sus tiendas, donde vendían aquellas maravillas del mundo perfecto de ultramar, a cambio del kap sudor de sus frentes: mecheros, cerillas, cerveza, camisas, radios, azúcar, arroz, pan, bicicletas, lámparas de petróleo, cubos de plástico, botellas de vidrio, cerveza, sombreros, semillas de patatas, semillas de maíz, aceite de palma, sartenes de metal, cacerolas de porcelana esmaltada, libros, lápices, pizarras, tizas, conejos, pollos y patos, cepillos de dientes, jabones y peines, cocacola fría, vino y coñac, más cerveza aún.
Luego llegó la descolonización, los extranjeros marcharon y abandonaron las tierras al nuevo gobierno, quien subvencionó las recompras a los dueños tradicionales y a los trabajadores emigrados de otras regiones. Los bamilekes se quedaron con las tiendas.
Hoy, Nkongsamba es una ciudad bella pero envejecida y olvidada. Los edificios no se han arreglado, el asfalto de las calles se rompe un poco cada día, las fachadas coloniales se manchan de lluvia, los coches, siguen allí, los mismos citröen dos caballos, modelo escarabajo de los años 60, las vías ferroviarias se desmantelaron. Hoy los agricultores, desentierran cafetales para plantar maíz, banana o palma. Y muchos se fueron a las grandes ciudades, Duala o Yaundé.
Pero ahora, ya no hay esclavitud en Nkongsamba.
Veulez-en savoir plus?
UPDATE
Aclaro que esta historia real no ocurrió durante la edad media, como alguno puede pensar, sino a lo largo del siglo XX, mientras que Marx escribía sus teorías sociales, mientras que ocurría en rusia la revolución bolchevique, mientras que se imaginaba la ciudad hipotética walden, mientras que se representaban las obras de Bertol Bretch, mientras que el Ché empuñaba su bandera, mientras que españa votaba en sus repúblicas, mientras que Freud hablaba sobre los sueños, mientras se construía el muro de Berlin, tras destrozar Hiroshima con una sola bomba, mientras cantaban los Beatles Lucy in the Sky with Diamonds.
Camerún se independizó políticamente de Francia y Reino Unido en 1960.

sábado, 13 de septiembre de 2003

Mapa


Dedicado a Hernán González
En el valle, la manada de cebúes, se dirigía hacia la ciudad, Nkongsamba, que era también mi camino. Bajé la ladera y me acerqué a los pastores. No me miraron hasta que estuve a su lado, porque ya me habían percibido antes de comenzar mi descenso. Al llegar me sonrieron simplemente, seguros de que no conocía su lengua, cosa que así era. Saludé en lengua fulbé, que es pariente de la suya y ellos respondieron con sorprendida risa.
Caminar en compañía de un pastor mbororo y sus reses no exige ninguna explicación y en seguida me ofrecieron agua de una botella de plástico que uno de ellos llevaba atada a la espalda con una cuerda.
Después de beber, y de agradecerles sus atenciones, pregunté si iban a Nkongsamba y el más joven respondió en francés que no, que iban a Duala.
Eso está lejos, murmuré, y me respondieron con una sonrisa. Busqué en mi mochila un mapa que suelo llevar y se lo mostré. Fijaos, son más de doscientos kilómetros.
El pastor que sabía francés, agarró el trozo de papel que yo sostenía y se quedó un rato observándolo. Después, me lo devolvió sonriendo.
- Faltan muchas cosas en tu mapa. Me dijo. Faltan muchos nombres de lugares. Faltan muchos caminos. Las fuentes no están indicadas. No aparece ningún camino, sólo las carreteras. Tampoco están nuestros poblados, sólo las ciudades.
- A mi me sirve para no perderme, contesté.
- ¿Quién puede perderse aqui?, rió. Los caminos están correctamente trazados en el suelo. ¿Por qué mirar a un papel para seguir el camino que ya pisan tus pies?


jueves, 11 de septiembre de 2003

Nómada



Ser nómada no es ser pobre, sino poseer todo el mundo y crearlo a medida que se avanza.
Ser nómada no es carecer de casa, sino vivir en muchas y construir otras.
Ser nómada no es ser libre, sino pertenecer a la tierra y unirse a sus leyes.
Ser nómada no es vivir solo, sino ser héroe de la vida, padre de una especie.
Ser nómada no es ser atrasado, sino maestro de las sendas, cartógrafo de la sabiduría.
Ser nómada es un camino posible.

miércoles, 10 de septiembre de 2003

Basilé


De puntillas sobre la loma más alta de Manengumba, miro al suroeste. El sol anaranjea el mar de cielo a mi derecha.
De frente sobre nosotros, se encuentra Fako, el padre de los otros montes que me rodean. El mayor y el más poderoso de cuantos nos rodean. El monte Fako, el impetuoso, el que gimiendo y sangrando se elevó en el pasado de los montes desde el mar hasta las nubes. El que aún ha de crecer y desgajar la tierra.
Tras él, mi mirada se impregna de nuevo con la efigie negra de Basilé, el volcán que creó desde la profundidad del océano. El que hizo hervir las aguas. El que abrió el mar, para besar las nubes, para conocer a las aves, para sonreír al sol. El que empujó a su hermana la Caldera de Luba, para no estar solo, para crecer juntos hacia la luna, para escuchar juntos las canciones de los vientos.
Allí se posaron mis ojos, entre los dos montes hermanos.
- Sabes que si vas a Basilé, me dijo Manengumba, tendrás que abandonar tu caballo en el continente. ¿Lo sabes?
- Lo sé.
Y mis pensamientos se ensombrecieron.
Pero no dejo de mirar.
Allí es donde miran mis ojos, en estos días.

martes, 9 de septiembre de 2003

La duda


Manengumba, la montaña que fue volcán, nunca duda. El conocimiento le ha sido dado y es inamovible, perfecto, concreto, global. Ve muy lejos y conoce todos los nombres de los árboles, de las grandes rocas, de las otras montañas, incluso las que yacen bajo las aguas de los mares. El resto de conocimientos los propagan las nubes y los susurran los vientos desde cualquier lugar del planeta. Cuando algo le falta, también la luna se lo canta de noche en voz baja.
-Así es Juan, tal como lo has dicho.
-Entonces, Manengumba, hay algo que deseo saber.
-¿Y qué es?
-¿Dios existe?
La montaña rió. "¿Esa es tu duda?"
Las montañas fuimos esculpidas y los árboles engendrados sobre la tierra. Luego comenzó la poesía de los seres efímeros.
Nacieron las aves, los peces y los cuadrúpedos. Nacieron los hombres.
De todo lo nacido, tan solo los hombres dudais. Ese es vuestro milagro.
- Y por qué el escultor nos hizo así, manengumba?, yo preferiría ser como los demás nacidos, vivir en la certeza, en la compañía, no sentirme abandonado.
- El forjador hizo a los hombres ignorantes, porque él mismo duda de su saber. Él espera de vosotros la respuesta a sus preguntas.

Nacer


Cuando es de noche sobre manengumba, el haz de luz blanca se alza sobre el valle de su cráter, iluminando cada onda de sus aguas frías.
Sentado, observo la fuente de la maravilla y mis ojos no desean dejar de inundarse de esta danza de ninfas sobre las flores de luna.
Me sonrío y al hacerlo, mis pupilas también titilan la magia. De la luz sobre las sombras; del fluí­do sobre la roca; la magia del sueño sobre mi locura.
Y entonces ya duermo, ya le entrego mi cuerpo a manengumba, para que me lo mezca, para nacer de nuevo, con el alba del sol de mañana.
Lavar mi cuerpo y mis ropas cansadas, sobre estas tus aguas y poder volver a reirme, a amar el día, a ser de nuevo el niño que era.

lunes, 8 de septiembre de 2003

Excusas


De cuando en cuando, una barca que llegaba de la costa nos proporcionaba un contacto transitorio con la realidad. Unos negros empuñaban los remos.(...)Aquellos tipos gritaban, cantaban(...); tenían músculos y huesos, una salvaje vitalidad, una intensa energía de movimientos, que resultaba tan natural y verdadera como las olas que rompían contra la costa. No necesitaban excusa para estar allí. Era un gran consuelo mirarlos.


Así describe Joseph Conrad a los indígenas africanos en 1902 (El Corazón de las Tinieblas). Desde hace un siglo, no ha cambiado. Los blancos, como él y como yo, seguimos necesitando una excusa para estar en Africa.
La suya fue la atracción que le producían aquellos lugares en blanco en el mapamundi del siglo XIX.
Para mí, tal vez sea la atracción de lo primitivo, de dar con el núcleo puro de nuestra especie artificial, la búsqueda del hombre desnudo de adornos. Aprender, saber más, en definitiva.
Para los demás blancos, como ya denunciaba Conrad hace cien años, sólo hay una excusa: el dinero. Griegos, franceses, estadounidenses, peruanos, italianos, chinos, indios y algún español viven hoy repartidos por Africa con el fin de hacerse ricos, o al menos de ganar mucho más que en sus países de origen.
Pero no sería justo dejar a otro grupo de blancos: los misioneros. Sus excusas, son diferentes. Para algunos, el voto de obediencia, que respetan friamente. Para otros anunciar la buena nueva a los ignorantes. Ayudar, enseñar, organizar, construir. Todo son excusas, sin embargo. Excusas que cumplen y luego se van.
Por eso, cuando los miro, como Conrad, los africanos me dan mucho consuelo no solo por estar alli sin excusa alguna, sino por ser los que son dueños de ellos mismos, maestros de su medio. Reyes en sus palacios.
Anfitriones de invitados con el vientre demasiado dispuesto.

domingo, 7 de septiembre de 2003

A Aimé Cesaire


Amigo Aimé, mi hermano poeta
Hoy te digo que a mi me salen tus cuentas:
que dos y dos son cinco
que la selva maúlla
que el cielo se alisa las barbas

Que yo también asumo mi raza
mis pretensiones
mi raza de hombres esclavos de vida
esclavos del café a las siete
del findemes.
De mi raza de hombres salvajes,
sedientos, tramposos
de muertos vivientes camisa y corbata.
A mi me salen tus cuentas.
Que danzar la vida no retrasa
apurado es quien va solo
perseguido es quien se escapa.
Asumo mi raza maldita de felicidad
que nunca se encuentra
que se deja olvidada en casa
al salir
que se guarda para que no se vea,
que se embotella y se sirve fría
con gas
para los que tienen tu sed.
Te respeto tanto, mi hermano mayor, Aimé,
que me salen tus cuentas
y ya me apresuro a crear el teorema.
Enseñar aritmética a las razas,
antes de que todos hablemos el mismo frío idioma.

viernes, 5 de septiembre de 2003

Dioses


Para las montañas, el tiempo no existe. Todo cuanto ha ocurrido es el presente. El pasado es cuando la tierra bullía en el interior, cuando se desgajaban las colinas y se vertia la lava incasdescente sobre la espuma del mar. Entonces las nubes portaban azufre, los ríos llevaban lava y llovia fuego y llamas. Asi es como nacieron y crecieron hasta ser lo que son.
- Manengumba, dije al llegar, tu eres el dios de los hombres de alla abajo.
- Juan, tu sabes que solo soy una montaña, no?
- Pero los hombres te llaman el trono de dios, y pienso que es verdad ...
Manengumba sonrió. Bueno, tal vez lo sea: yo les llevo el agua limpia que beben; yo les detengo las nubes de tormenta, para que rieguen bien sus campos; sobre mis verdes pies pastan y engordan el ganado; en mis selvas moran aves y otra presas que cazan. Tienen razones para pensarlo.
Pero te voy a explicar por qué me llaman de este modo.
Saben que soy un volcán y me temen.

jueves, 4 de septiembre de 2003

El zapatero mbororo


Yendo de regreso a manengumba, pasé por el pueblo que vive a sus pies. Alli compré unas cerillas y fui a ver a un mbororo ciego, que al no poder ya llevar ganado, ahora arregla zapatos. Le di los mios y me senté a su lado ya que estaba descalzo.
Nos habiamos saludado antes, salam aleikum, luego en fulbé yamna, pero no supe añadir algo en mbororo, cosa que no le molestó.
- Juan, me dijo, mi hija se casa pronto, te vendo una res.
- Quien te dijo que yo compro reses, ahora?, reí.
- Te ayudará. La gente del pueblo se pregunta qué haces en lo alto de una montaña. Tu sabes que es el trono de su dios, y que la gente habla mucho, no saben por qué un extranjero viene hasta aqui para vivir junto a su dios.
- Tienes razón, papá. Pero no podria ocuparme de ella. Sabes que no estoy siempre en la montaña.
Tras la negativa, el zapatero quedó pensativo, mientras cosía.
- Tú sabes que yo no creo en los dioses de estas gentes, me dijo, yo voy a la mezquita.
- Ya lo sé.
Luego siguió con su trabajo. Con sus dedos calculaba la superficie de la piel de mis zapatos. Las puntadas eran perfectas.
- Por qué no regresas a tu pais, Juan?
Nunca me ha molestado esta pregunta, tantas veces me la han hecho; muchos menos viniendo de mi papá mbororo.
- Tú has preparado la boda de tu hija desde que ella nació, al igual que las de tus otras hijas, asi como las de tus hijos. A mi nadie me ha preparado la mía. Se supone que cuando la quiera hacer, la pagaré yo.
- Toma tus zapatos, hombre pagano. Dame mi dinero y vete rapido, porque te he hablado bien y no me quieres entender.
- Gracias, papa, algun dia comprenderé.
Le pagué lo que le debía, me puse mis zapatos y comencé a subir a la montaña.

martes, 2 de septiembre de 2003

Despedida


La sabiduria bamileke dice que Si amas la verdad, ten siempre tu caballo preparado y el mio siempre lo esta.
Me marcho de la selva, porque yo no soy pigmeo, ni trafico con madera, ni sufro sed de petroleo.
Me marcho porque mi sitio esta en otra parte, en un lugar donde a nadie le gustaria permanecer; visitar tal vez, pero pocos serian capaces de quedarse.
Mi sitio es la cima de un antiguo volcan, mi sitio es Manengumba.
Ahora, me marcho y mi trabajo queda aqui, que el sol haga el resto.
Ahora, ya puedo regresar a Manengumba.
Adios, mis hermanos pequeños, adios a las personas que admiro. Espero pronto tener una excusa para regresar, y espero que mi trabajo os sirva.
.

lunes, 1 de septiembre de 2003

Mallart


No puedo dejar esta selva sin pensar en Lluis Mallart.
El fue uno de los ultimos misioneros, de los de antes, de sotana y rosario, un misionero que al llegar aqui, a la selva, se convirtió y se hizo hijo de los evuzok.
Si él me conociera, diria de mi que soy un "okupa" de africa, y seguramente muchas otras cosas mas que me encantaria escuchar.
Un hombre inquieto y buscador, un descubridor y también un poeta que siempre me ha despertado una gran admiración y agradecimiento, no solo por lo que ha vivido, sino por contarnoslo y por haber sido tan sincero.

domingo, 31 de agosto de 2003

Desastre artificial



Las explosiones se sucedian una a otra
después de cada estallido, el silencio.
Esta fue la unica vez en mi vida pequeña que he escuchado el silencio en la selva.
Es como si hubieran matado a nuestra madre que nos nutre,
como si los latidos de su enorme corazon se hubieran detenido.
Entonces supe que ya no habia sitio para nuestra familia
y huimos hacia adentro,
escuchando atentos,
buscando la melodia de los sonidos que se nos habia muerto
alla atras,
caminando para recuperar nuestras vidas.

viernes, 29 de agosto de 2003

jueves, 28 de agosto de 2003

Idealista


Al llegar a la selva, me recibió sor Elena, una hermanita de jesus, nacida en cataluña y que ha vivido cerca de cuarenta años junto a los pigmeos. Sabe hablar bayele y cada dia se levanta antes de amanecer y en la intimidad de las horas antes del sol saluda a dios, le da los buenos dias en bayele y le pide que ayude a sus hermanos pequeños, los pigmeos. Luego se pone sus chanclas de goma y camina veinte kilometros a través de la selva por caminos que bien conoce para estar junto a ellos.
Ya eran las once cuando irrumpi con el ruido del motor de mi coche rugiendo y resbalando sobre el barro de la entrada a ngovayang y al apagar el motor y hacerse de nuevo el silencio de la sinfonia de cantos de ave y melodias de colores, sor Elena ya estaba alli recibiéndome, pues, como buen pigmeo escucha los ruidos de la selva y sabe lo que va a ocurrir en ella.
-Ya no sabiamos si ibas a venir, me dijo. Te he preparado algo para que comas. No es mucho pero es lo que tenia ahora.
-Mi coche no me dejaba venir, le contesté. Siempre estropeado. Pero me encantaría poder venir mas tiempo, me encanta estar aqui.
-Ah si?, rió, nosotros pensabamos que no te gustaba esto...
-Si pudiera conseguir una forma de venir aqui y poder quedarme y estar seguro de que tendria qué comer, sin duda lo haria. Os ayudaria con los pigmeos, trataria de hacer venir un médico a este hospital antiguo y podriamos pedir ayudas a españa.
Sor Elena me miraba sonriendo, le brillaban los ojos, como a los pigmeos, y esperó a que dejara de hablar para decirme:
-Tu eres un poco idealista, no Juan?
-Idealista? respondi, pero bueno! Y ustedes no lo son???
Sor Elena rió a carcajadas, como hacen los pigmeos, y dijo, claro! si que es verdad!

miércoles, 27 de agosto de 2003

Lenguas primitivas


En Camerun se hablan 230 lenguas y dialectos diferentes, aunque las oficiales son dos: el frencés y el inglés. Todas son politonales, es decir, que aparte de las vocales que conocemos en el español, estan las vocales altas, las bajas, las ascendentes, las descendentes y en algunas lenguas como el ewondo, se distinguen cinco tonos diferentes (altas, medioaltas, medias, mediasbajas y bajas, aparte de las compuestas: ascendentes y descentes de cada vocal fonematica)
En las dos ciudades principales (yaunde y duala) conviven una veintena de etnias diferentes: los duala, los bamilekes, los bassa, los beti y el conjunto de las etnias nordistas son las principales.
En la ciudad todos nos comunicamos por medio de una lenga no materna dominante, el francés, la cual nadie habla perfectamente, o al menos no tan bien como sus abuelos hablaban la lengua materna.
Los habitantes de la ciudad no enseñan a sus hijos la lengua materna, sino la dominante, de forma que estos apenas se entienden con sus abuelos del pueblo, pero pueden entender mejor que sus padres los libros de texto en la escuela.
Hoy se dice que los cameruneses son poliglotas, pero la realidad es desconocen su propia lengua.
Dentro de dos generaciones, las lenguas de Camerun seran dos: el francés y el inglés, excepto en los pueblos, donde apenas quedaran habitantes y los restos de estas lenguas que llamaremos "primitivas" se iran sometiendo a las dominantes.
Entonces diremos que en Camerun se hablan dos lenguas, el francés y el inglés, con doscientos treinta acentos diferentes.
Y entonces los cameruneses ya no sabran absolutamente nada de ellos mismos, tan solo que fueron primitivos y que luego se sometieron a occidente.

martes, 26 de agosto de 2003

Un pigmeo


Recuerdo muy claramente a un belga que anunciaba a los presentes en la terraza comunitaria de la residencia para misioneros de La Salle de Duala que él "era pigmeo".
Habia vivido con los baka durante cincuenta años. Llegó a la selva con apenas veinte, sin saber una palabra de baka y tan solo con una pequeña mochila.
Se dejó acoger por los anfitriones de la selva y compartió simplemente toda su vida con ellos.
En los ultimos años, empujado por el problema de la desaparición de su etnia de adopción, hizo un viaje a europa donde confeccionó un diccionario francés-baka baka-francés y otros libros de canciones, proberbios y cuentos baka.
Pero era una de las primeras veces que yo visitaba Duala y apenas sabia lo que estaba viendo; reconozco que pensé que vivir tanto tiempo en esas circunstancias le habia trastornado un poco.
Ahora, a medida que voy conociendo a los pigmeos me voy dando cuenta de que este hombre no estaba loco. Los mismos gestos que hacia al hablar, son los gestos pigmeos; la misma forma de sentarse en cuclillas sobre el suelo; la misma manera de sonreir; el mismo tono de voz, esa melodia aguda pero no chillona; las mismas carcajadas cuando algo le sorprendia.
Ahora sé que ese hombre es un pigmeo.