Un volcán dormido en el corazon de Africa

domingo, 21 de noviembre de 2004

Costa de Mafil antes del 6N



Los países subsaharianos cuentan su historia nacional en los libros de texto a partir de la colonización blanca, pero Costa de Marfil bien podría obviar esos y años y comenzar por su fecha de descolonización, que marcaron años de crecimiento económico y de recepción de inversiones e inmigración extranjera.
Costa de Marfil descolonizado era un país excepcional en Africa. Un país que supo integrar la multiplicidad de culturas y regiones que lo componen. Incluso supo integrar a los ex-colonos que regresaron, los que se quedaron y llegó a convertirse en uno de los países subsaharianos con mayor número de residentes e inversiones extranjeras.

La historia de su degradación, comienza hace muy poco, concretamente pongamos el 24 de diciembre de 1999, cuando un golpe de estado que nadie (de verdad, nadie) se esperaba, derrocó al presidente Henry Konan Bedié y puso en marcha un año de transición administrado por el general Robert Guey.

El general Guey propone un sistema parlamentario donde reúne a representantes de todos los partidos, pero deja fuera al lider político Alassane Ouattara, de origen burkinabé (ante la indiferencia de Francia y de los observadores de la ONU) y antes de las elecciones del 2000, aprueba una nueva ley que exime de la presidencia a todo hijo de no-marfileño.

Esa resolución legal enciende los ánimos de los numerosos partidarios de Ouattara que comienzan manifestaciones y enfrentamientos desde el norte del país, minando así las producciones agrícolas de la zona. Pongamos que así comienza lo que llamamos hoy "guerra de Costa de Marfil".

En octubre del 2000, las elecciones (no representativas, según los partidarios de Ouattara) ponen al frente del gobierno a un antiguo profesor de historia, Laurent Gbagbo. Y entonces comienzan los enfrentamientos sistemáticos entre partidarios de Ouattara y fuerzas gubernamentales.
Durante dos años, los rebeldes crearon el caos en la economía agrícola del país y como toda respuesta del gobierno y de la política internacional, sólo recibieron represión armada, es decir, violencia y muerte.

La noche del 19 de septiembre de 2002, los rebeldes llegan a Abidjan y el conflicto se salda con 300 marfilenses muertos. Muchos de los rebeldes ahora son burkinabeses que apoyan a los familiares de Ouattara muertos en las represiones del norte.

La opinión internacional ahora habla de "conflicto religioso" ya que los habitantes del norte de Costa de Marfil y de Burkina son musulmanes desde hace más de 10 siglos y entonces Francia desembarca en el país con una tropa de boinas verdes en la operación Licorno, la cual no consiste ni en detener a los rebeldes ni a terminar con Gbagbo, sino en una situación difusa de "mediador".
Yo no sé de política, pero no entiendo que un mediador pueda llegar masivamente a un país con armas, chalecos antibala y uniformes.

Esta posición, "por encima del bien y del mal" de la política francesa exaspera tanto a rebeldes como a gubernamentales marfilenses y desde ambos bandos son criticados. El ministro de exteriores francés Villepin es secuestrado durante unos días en Abidjan, cuando se desplazaba para "reunir a Gbagbo con los líderes rebeldes".

Villepin llega a reunirles en Marcoussis el 25 de enero del 2003, donde firman acuerdos de reconciliación, constituyendo la gloria política del ministro francés pero agua de borrajas en el conflicto marfilense, que se sigue recrudeciendo ante la indiferencia francesa, tal vez porque las zonas del conflicto quedan fuera de las regiones de explotación de cacao.

El 6 de noviembre de 2004, dos aviones gubernamentales hacen caer sus bombas sobre la base militar francesa en Bouaké, con el saldo de 9 soldados muertos y decenas de heridos. A la vez, un vehículo militar gubernamental lanza un cohete contra la caserna de militares franceses en el aeropuerto de Abidjan sin provocar ningún muerto.
La reacción de Chirac: ordena a las tropas Licorno francesas (ya son más de 2000 soldados) a destruir la aviación militar marfilense y a tomar el aeropuerto de la capital.

No hay comentarios: