Un volcán dormido en el corazon de Africa

sábado, 7 de junio de 2003


Diferencias


Para las montañas, que son dueñas del mundo, todos los seres humanos son iguales, al menos muy parecidos.

En cambio conocen cada una de las rocas del mundo. Las calizas, las arcillosas, las graníticas... cada una tiene su nombre y se sabe dónde están situadas, junto a cuáles. En las zonas frías, las montañas sufren cuando las heladas quiebran las rocas y las separan un poco más cada invierno.

Esto tiene más sentido de lo que parece, ya que las rocas que vemos ya estaban allí antes de que naciera el primer ser antropomorfo, y lo más probable es que sigan estando alli, poco más o menos igual el día en que el último ser de dos patas se extinga.

En cambio, a vosotros, los seres humanos, los últimos llegados, todas las montañas os parecen iguales, pero veis grandes diferencias entre vosotros mismos. A veces lo llamáis razas. Otras, paises, regiones, étnias, familias, los altos, los feos, los marginados, los viejos, los tontos, los tímidos.

Dedicáis muchas más clasificaciones a vuestros grupos humanos que las montañas para identificar a cada roca del vasto mundo. Y sin embargo una roca tiene infinitas más posibilidades de seguir siendo de la misma condición que las que tiene un ser humano de permanecer igual.

La diferencia es que los humanos crecen y las rocas no. Los humanos evolucionan por ellos mismos. Y las generaciones humanas crecen porque el Forjador les ha creado así.

Y podríais crecer más rápido y mejor si no fuera por vosotros mismos.

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