Un volcán dormido en el corazon de Africa

lunes, 6 de septiembre de 2004

Una medalla


Hoy me pongo un medalla, esta es una que se me quedó pendiente. O mejor, ya que estamos gloriosos, me pongo dos.

Una porque rebasé hace tres meses mi primer año de Manengumba. (Prometo celebrar el segundo aniversario a tiempo). Mi primer post lo escribí el 1 de junio de 2003, a las seis de la tarde, en un cybercafé del Boulevard de la République, en Duala.

Así comenzaba, más o menos como ahora, mirando desde arriba: Tengo mucha suerte de haber ascendido a lo alto del Manengumba. Desde aquí puedo observar el mundo desde arriba. Puedo ver la curvatura de la tierra, la interminable línea del horizonte y las extensiones de selva que me rodean.

Y dos, porque el pasado sábado 28, Adolfo Estalella publicó en el formato papel de El Pais, un artículo sobre blogs de viajes, donde escribió sobre mí y sobre Manengumba, así como sobre Namasté, Diario de un Motorista, The Global Trip y Vagabonding. Nunca pensé estar clasificado en este grupo, pero sí, tal vez soy un viajero. De hecho, en unos días estaré en Johanesburgo. Y también quien lee, viaja muy lejos.

Así me describe Adolfo: "Juan Méndez, de 30 años, apasionado de África desde que la pisó por primera vez hace casi una década, lleva un año contando sus idas y venidas al continente en su bitácora, Manegumba. "Comencé mi blog sobre África para mis familiares, mis amigos, porque me parecía una buena manera de mantenerme conectado a ellos. También para combatir la ignorancia que hay en el ámbito hispanohablante sobre África", explica en un correo electrónico enviado desde uno de los modestos cibercafés con los que tarde o temprano topa en cualquier ciudad africana."

Bueno, y ya me puse mis medallas. Quien aplauda, le invito a un canapé.

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