Dioses
Para las montañas, el tiempo no existe. Todo cuanto ha ocurrido es el presente. El pasado es cuando la tierra bullía en el interior, cuando se desgajaban las colinas y se vertia la lava incasdescente sobre la espuma del mar. Entonces las nubes portaban azufre, los ríos llevaban lava y llovia fuego y llamas. Asi es como nacieron y crecieron hasta ser lo que son.
- Manengumba, dije al llegar, tu eres el dios de los hombres de alla abajo.
- Juan, tu sabes que solo soy una montaña, no?
- Pero los hombres te llaman el trono de dios, y pienso que es verdad ...
Manengumba sonrió. Bueno, tal vez lo sea: yo les llevo el agua limpia que beben; yo les detengo las nubes de tormenta, para que rieguen bien sus campos; sobre mis verdes pies pastan y engordan el ganado; en mis selvas moran aves y otra presas que cazan. Tienen razones para pensarlo.
Pero te voy a explicar por qué me llaman de este modo.
Saben que soy un volcán y me temen.
Un volcán dormido en el corazon de Africa
viernes, 5 de septiembre de 2003
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